Porque todo eso expresa Brassens en sus letras, en su tono, en su forma de ser. Frente a él un mundo americanizado que no nos convence a ninguno pero al que nos rendimos como buenos imbéciles que somos, con sus prisas, con sus comidas basura, con su tiempo dinero, con su productividad improductiva.
En fin, no estoy pá mitines. Viva Brassens y aquí dejo 50 minutos en directo y 15 canciones increibles.
Interpreta, suda, canta. Es único. En fin, no me dejan. Me tendré que conformar con lo subido ya. C´est dommange de manger fromage.
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