martes, 7 de julio de 2009

En un segundo. Un huevo frito.


Hoy, siete de julio, no es sólo San Fermín. En el año 82, un 7 de julio, tuve un accidente de moto con traumatismo incluido, que me hace valorar el mundo de otra forma. El tiempo, la vida, el segundo.
Hoy llevo todo el día tarareando el "en un segundo la razón se queda sin razones".
Hoy me planteo lo breve y lo leve que es todo.
Veintisiete años después sigo vivo de milagro. En la vida le prestamos atención sólo a lo que ocurre. Pero olvidamos un segundo, el segundo, de tantas veces.

El 30 de junio fue uno de esos segundos porque mi hijo se dejó aceite hirviendo en el fuego. Humo y bomberos. En un segundo pudo pasar de todo.
Además de la lección del segundo, el tiempo me ha enseñado a mirar hacia atrás sin ira. Hace 30 años el que estudiaba de noche era yo y más de una vez era levantarme, ponerme café y quedarme dormido. El olor a cazo quemado me despertaba, pero eso me ocurrió más de una vez. Y el aceite también.
Por eso hoy este homenaje al segundo. Por eso hoy este mensaje a la congruencia y a no olvidar lo que fuimos. Por eso hoy.
EL TIEMPO (CANCIÓN DEL SEGUNDO) RAFAEL AMOR
Tiempo, no tengo tiempo para nada. Aquí, el milagro de la vida,
allí, el naufragio de la muerte. Todo, en casi nada de tiempo.
¡Que poco tiempo para perderse en el tiempo!. Llegará el tiempo
en que hoy, fue hace tiempo. Por que pasa el tiempo sí total
tiene tiempo. Y llueven, siglos, años, meses, días, horas, minutos,
segundos, ¡qué mal tiempo!.

Cantado

En un segundo, la luz pone fronteras
en las sombras,
es la vida en su segundo.
En un segundo, se hacen pasado
el presente y el futuro.
En su segundo, el hongo fatal,
oscurece el sol, y de este mundo,
quedará el hollín de los huesos calcinados.
En un segundo, estará todo terminado.

En un segundo se hace un amo,
basta un esclavo mudo.
La libertad es un segundo.
En un segundo, el amor, que creímos nuestro
tomó por otro rumbo,
En un segundo la soledad, la indiferencia.
En un segundo,
En un segundo, la traición te muerde los pulmones.
En un segundo, la razón, se queda sin razones.

Estribillo

Y no hay quien frene la locura del reloj,
eternidad redonda de vida y muerte.
Millones de relojes sin parar,
y cada uno con horas diferentes.

En un segundo, las agujas, que tienen
señalada, la gloria del mañana,
pueden poblar toda esta noche de campanas.
En un segundo llega la aurora, será la hora
feliz del triunfo.
Y la verdad tantas veces postergada,
será una flor abierta, en cada campanada.
Y no hay quien frene...