martes, 7 de junio de 2016

LECCIÓN MAGISTRAL DE ANA LÍTICA SINTE SOBRE LA VIDA Y LAS PROYECCIONES HOLOGRÁFICAS DE LOS DEMÁS

Siempre me he dicho que la vida es una proyección. Ya el gran Platón hablaba de la caverna y que no éramos más que sombras de personas encadenadas o similar. La verdad es que hace tiempo que la leí y no recuerdo muy bien lo que leí o si era Platón o Aristófenes, o ninguno de los tres. Yo recuerdo en Dijon, donde era alumna excelente becada con doctor honoris causa por la universidad de las causas perdidas, que la estadística, ciencia donde tengo una Cátedra por la universidad de Colonia, que veía mi vida pasar como una proyección de cosas que le pasaban a los demás. Estudié Psicología y descubrí que entre los mecanismos de defensa, uno de los más usados es el de la proyección: tú ves en el otro tus defectos y ves en ti todo lo bueno que le está pasando al otro con una especie de envidia insana. A mi me pasaba mucho con los filetes que se daba Nuri con aquel estudiante italiano, bellísimo de piel morena y ojos verdes. Ayyyy. Que sudor me recorre entre las piernas. 
Pensando en todo eso, en todas las realidades, las mentiras, las miserias, los sueños, las apariciones, los espejismos, la vida en general, he realizado un glorioso montaje que te dejará alucinado porque no es una proyección más. Es una proyección holografica, es decir, que huele a imprenta.
La vida, en parte, se asemejaa lo que he hecho. Lo inesperado surge, brota, rompe, moja, sorprende pero al final todo sigue igual. Parece la relación que tuve con mi novio en el pueblo antes de irme para Dijon víctima de un ataque de coraje. Que también los tengo.