martes, 23 de noviembre de 2010

FORMA DE SER: EL APROVECHAO Y LO QUE DESAPROVECHA

El aprovechao. Tipo universal. Y un poco somos todos porque los aprovechaos mueven el mundo. Los listos son los que ponen la zanahoria delante de los aprovechaos. Sí. Los estoy llamando burros. Me estoy llamando burro. Aunque cada día intento serlo un poco menos.
Un aprovechao es, era, un conserje de un colegio que nos contaba sus andanzas buscando jamoncitos de pollo más baratos.
- Fui a la carnicería tal y estaban a 2´10. Entonces me fui al Carrefour y estaban a 2´00 euros y de allí me fui a Kampeón que estaban a 2´50. Entonces volví a Carrefour y allí los compré.
- Manué, le preguntaba Antonio ¿y lo que te has gastao en gasolina?
- Sí, joé, pero no los voy comprar más caro.
Leí una vez que los americanos no compraban nada por lo que valían, sino por lo que se ahorraban.
El inigualable Joaquín Prat tenía un disco de chistes grabados y uno era de un galleguiño aprovechao. Resulta que quería un paraguas y cuando le dice el vendedor 9 euros le dice que le haga una rebaja. Está bien, se lo dejo a 8. No, no. Si me lo deja a 8 es que sigue ganando. Así estuvo dos horas hasta que consiguió que el dependiente estallara:
- Mire usted. Se lo regalo. ¡¡¡SE LO REGALOOOOOOOOOOO!!!
- NO. GRATIS DOS. Repuso el gallego.
Después de este viaje por el mundo creo que por aprovecharnos de ...perdemos muchas veces el norte. Me cuentan amigos y familiares rocambolescas aventuras de viaje donde, por aprovechar un vuelo, hacen noche por ahí tirados, vuelven hechos unos zorros y han hecho el viaje dos veces más pesado. Por no contar cuando viajan simplemente buscando un sitio que una vez les resultó "aprovechable"
Me acuerdo entonces de esos monos del experimento acostumbrados a coger el agua de un bidón. Cierta vez le pusieron el bidón a 3o metros mar adentro y los muy monos, por decir algo agradable, fueron hasta el bidón en busca del agua.
La vida es más compleja de lo que parece, canta Jorge Drexler. Pero algunas veces la complicamos nosotros.
Y la canción es más bien una canción de desamor pero es tan bonita que voy a aprovecarla. No, no. Que ya no iba a aprovecharme de nada. Pero es que es tan bonita. Está bien, solo por esta vez. Este blog se mantiene por las canciones, ya lo sé. Lo escrito es sudor evaporado del dedo meñique. Justo, el dedo que no suda.

El velo semitransparente
del desasosiego
un día se vino a instalar
entre el mundo y mis ojos.
Yo estaba empeñado en no ver
lo que vi, pero a veces
la vida es más compleja
de lo que parece.

Pensaste que me iba a quebrar
y subiste tu apuesta,
me hiciste sentir el sabor
de mi propia cocina.
Volví a creer que se tiene
lo que se merece,
la vida es más compleja
de lo que parece.

Todas las versiones
encuentran sitio en mi mesa,
Todas mis canciones
por una sola certeza.

No quiero que lleves de mi
nada que no te marque.
El tiempo dirá si al final
nos valió lo dolido.
Perderme, por lo que yo ví
te rejuvenece,
la vida es más compleja
de lo que parece.

Mejor, o peor, cada cual
seguirá su camino...
Cuánto te quise, quizás,
seguirás sin saberlo.
Lo que dolería por siempre,
ya se desvanece,
la vida es más compleja
de lo que parece,
la vida es más compleja
de lo que parece,
la vida es más compleja
de lo que parece.

Humor y Realidad: Favores y mimitos en Francia.

Oh la lá, la France. Es que son agudos. Se ponen de acuerdo enseguiita: a sacar el dinero de los bancos, hazme un trabajito que yo te lo pago con mimitos. Pero que listos, mon dieu.
Aunque en lo de cambiar favores puede haber alguno y alguna que mate dos pájaros de un tiro, es decir, me haces el favor y me haces el favor.
Me acuerdo de un cuento que siempre he contado porque lo leía de pequeño de un paletico que va a la ciudad con dos reales para sacarse la muela, cuando sacarse una muela valía dos reales porque te la sacaba el barbero.
El hombre llegó a la ciudad con poco dinero y mucha hambre y al pasar por una pastelería no pudo por menos que plantarse en el escaparate a rendirse ante las maravillas que allí había: dulces de nata, de yema, piñones. Su cara era un poema. Esa lengua que le llegaba a la barbilla, esos ojillos que disfrutaban con lo que no se iba a comer, esa nariz oliendo un aroma inexistente..
Pasaban por allí dos ricos desocupados que al verle la cara no tuvieron más remedio que pararse a reírse un rato. Y como el paletico no se daba ni cuenta decidieron burlarse un poco más de él:
- ¿Qué pasa hombre? ¿Te comerías algún pastel?
- ¿Alguno? ¡Me los comería todos! -exclamó el pobre hombre
- ¡Qué exagerado! ¿Hacemos una apuesta? Nosotros te pagamos los pasteles, pero si no te los comes todos ¿qué harías?
- Pó yo, pó yo... me dejo arrancar una muela.
- Anda ya, pedazo de bruto.
Tanto porfiaron que los señoritos por reírse más y más decidieron llegar hasta las últimas consecuencias. Cincuenta y dos pasteles se comió nuestro hombre pero el que hacía cincuenta y tres lo dejó a medias.
- Está bien. He perdido, reconoció haciéndose la víctima.
- ¡Si es que hay que ser animal!. Venga, a quitarte la muela.
Así fue. Fueron al barbero y cuando le preguntó que muela quería quitarse el tonto, aparente, señaló la picada.
Después de mucho reírse de él los señoritingos, nuestro hombre les confesó la verdad:
- He venido esta mañana a arrancarme una muela porque ya no aguantaba el dolor. Pero pobre soy y no traía más de dos reales. Vuelvo al pueblo con la muela quitada, harto de pasteles y con dos reales. ¿Creen que se pueden reír de mi?
Pues fontaneros, electricistas y reparadores en general. Cuidado con las reparaciones y fervores en general, digo favores.