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| EL ENTENDÍO |
En lugá de reconocé que hay menos dinero o ingresos se dedican a bombardea al personá.
- Si es que trabajan poco, totá 17 horillas. ...
La Espe no es buena cocinera. ¡Con el coraje que le daba a mi abuela los preparativos pá hacer cualquier guiso y que luego nos lo zampáramos en 15 minutos!
La misma ira es la que tienen muchos profesores por el desaire de unas palabras que luego se retractó pero primero se retrató.
Como casi tó el mundo sabe mi primo se dedica a la docencia y los del blog es solo la indecencia de enseñar un poco más. Pues lo he llamao tres veces a ver si me acompañaba a tomar unos chatos y les tres veces ma mandao a por caracoles. Que nones. Que tenía que terminá el proyecto curriculá que es un viaje extenso, árido, difíci y un tanto inúti.
Pues como eso, montones de veces.
- Primo, que te invito a la fiesta de un pueblo, le digo yo.
- No, no puedo. Que esta semana tengo que corregí.
Y otro día.
- Primo, vámonos a cogé espárragos.
- No, no puedo. Que estoy preparando un teatro.
Y así un montón de veces.
Por la noche no hay quien lo saque, porque está rendío. No hay trabajo más cansao que criar un niño. Los niños son los vampiros de los cuentos de terró que te chupan la sangre y la energía. ¡¡¡Imagínate veinticinco!!!
Y en tó los trabajos se fuma o echas un descansito o te pones de cháchara con otra dependienta hasta que venga un cliente, y algunas veces aunque venga. Pó este hombre, no. Los maestros siempre están corriendo.
Y si complejo es atender la clase, no creas que es menos cansao discurrí como la vas a dá. Es lo que ahora llaman programación. En verdá no hay trabajo más sofocante.
El trabajo de bombero es duro y sofocante, pero cuando hay fuego. Se pasan los días sin habé fuego.
El trabajo de cocinero es complejo, pero cuando acaba se lava las manos y a darse una vuertecita.
El trabajo de torero es arriesgado, pero joé, dos toritos de 20 minutos.
El trabajo de cura es cojonudo, media horita y con vino, que dice el Juanjo.
Pero ¿cual es el peó? ¡¡¡Pues donde hay más locos!!!
¿Y dónde hay más locos?
Está claro. En los profesores.
Pó sí, Dª Espe, ya ha lograo usté lo que tan sibilinamente hacéis tó los politicuchos: insinúa y malmeté pá separarnos y tirarnos los trastos a la cabeza.
Todos los trabajos son nobles. Pero habéis convertido la política en una pocilga porque lo primero que redactáis son vuestros propios privilegios y creáis vuestros grupos de desinformación porque creéis que en este mundo la mayoría somos imbéciles.
Y aunque en el fondo no os falte razón, es duro reconocerlo.
