jueves, 18 de octubre de 2012

ME DESCONECTO PARA... CONECTARME

Hace casi diez años estábamos haciendo un curso de algo que no recuerdo muy bien. Pero algo era. 
La ponente, por aquello de romper el hielo, nos preguntó que hacíamos en los ratos libres. Era junio pero hasta en esas fechas se ve que hay que romper el hielo.
Yo, audaz como casi nunca, le dije que me gustaba encender el ordenador para hacer cosas distintas. 
- ¿Te gusta conectarte por la noche? me preguntó emocionada.
- Sí. Me gusta conectarme para desconectar.
Como testigo de esta conversación hay varias personas. Supervivientes en este blog solo uno: el único, el ínclito, el vertiginoso, el gran Isidoro. Precisamente él, precisamente ahora, me ha leído de pe a pa un artículo de esos que animan a dejar las nuevas conexiones por algo más lúdico. Yo, que hace algún tiempo pensé que era cierto que era bueno conectarse para desconectarse, pienso hoy que hay que desconectarse para conectarse.
No sé cuanto durará el parón. Pero le he dado vacaciones a Miguel Agujetas, al Casiano, al Entendío, a Ian Guahson y a Ana Lítica y nos veremos próximamente. Voy a ver que tal se vive desconectado. Fu, fu, fu, fu, fu, fu.
Aire, aire, niño, ponme la bombona con tó tus mueeeeeeeeeeeee.