jueves, 29 de noviembre de 2012

PABLO MILANÉS.

Repasando mis vinilos en mi inventario mental me apareció un gran olvidado. Y como me dan miedo las apariciones pero especialmente los olvidados, seleccioné el disco que más me había llegado. 
Compré LA VIDA NO VALE NADA, pero por aquel entonces yo era más acústico todavía que hoy. Me regalaron YO NO TE PIDO, con Yo no te pido, Años y otras canciones que lo hicieron famoso y multitudinario. Y como me dan miedo las multitudes no le presté mucha atención, si acaso a alguna canción olvidada como No me pidas. Me aprendí como un comunista feroz, que diría Alejandro Sanz en no me compares, el SON DE CUBA A PUERTO RICO. Hoy de me gustan nada los himnos, ni Ardor Guerrero ni éste. Yo te invito a volar con el machete en las alas. Himnos y machetes. 
La musicalidad de Aniversario y el buen trabajo de canciones como ABRIL o SIEMPRE TE VAS me acercó bastante a Pablo Milanés.
Por aquel entonces ya era  el cliente número uno de DISCOPLAY y compraba  los discos de 10 en 10. Le llamaban algo así como descuento progresivo y por un poco más, pues comprabas todo lo que olía medio bien.
Los discos ya estaban de capa caída y las portadas no se presentaban con tanta riqueza verbal. Venían muditas.
Entre esos discos había uno de Pablo Milanés muy poco conocido que se llamaba MI VERSO ES COMO UN PUÑAL. La cara B empezaba con ÉRAMOS...DE NUESTRA AMÉRICA. Y esta canción me hizo leer y escuchar a Martí. Y recitaba yo soy un hombre sincero de los que crece en la palma. Los arreglos de guitarra y la voz tan especial de Pablo, profunda y grave, hicieron el resto.

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: CORRE, DIJO LA TORTUGA .


Este mundo está al revés. Seves la atse odnum etse. Todo el mundo lo ve todo clarito... desde su punto de vista,  pero si uniéramos los puntos de vista y sacáramos una conclusión objetiva no te preocupes, no serviría para nada. Vendría el listo o la lista de turno con la lista en la mano para decirnos que un mundo mejor es posible  si seguimos sus consejos.
Corre, dijo la tortuga. Llevo tiempo corriendo delante de esta gente y será por eso que no los alcanzo. No me grites, dijo el gordo. Ponte a régimen que estás muy sordo. Buena suerte, dijo el gafe. Consejos vendo y pá mi no tengo, dijo el hijo de puta porque siempre  sacaba su ley más querida: la del embudo. El embutido tiene un ti interior que no me permite tragar ciertas cosas. Ni por el ancho ni por el estrecho, que es un pesado peñón de denominación británica. Como la llave inglesa.
No  maltrates, dijo la maltratadora.