sábado, 1 de enero de 2011

TESIS HIPOTÉTICA SOBRE EL DESPROPÓSITO DE LOS PROPÓSITOS DE CADA PRINCIPIO DE ERA PARA NO SER EL QUE ERA Y OTROS ABSURDOS DEL DISPARATE CON PIÑONATE.

No es lo mismo el disparate que el dispárate, pero gracias al primero no recurrimos al segundo con asiduidad. Que el mundo sea así de absurdo y la contradicción suba con la marea, es lo que lo salva del aburrimiento global producido por la atmósfera de los fumadores.

Pero ¿tú te imaginas un mundo de personas sensatas donde la ética y la lógica presidieran todo? ¡Por favor! Si el alcalde de tu pueblo distribuyera de forma coherente los ingresos, no malgastase en comilona ni desviase el dinero de las comisiones ¿merecería la pena vivir para muchos? ¿Qué sería del periodista audaz con mordiente de serpiente? ¿Qué haría el sindicalista?¿De qué versarían las chirigotas? ¿Sobre qué girarían las conversaciones en los bares? No podemos quitarle la chispa a la vida, sería como intentar competir creando la Cola-Loca a estas alturas.
Del absurdo afortunado que nos da chispa y gases, pasamos al absurdo diario que institucionalizamos en determinados momentos de nuestra vida.
Cada principio de año tenemos ejemplos repetidos y monótonos como una opereta cantada en sol mayor con la letra o: perder peso, aprender inglés y llevar una vida más sana. Y la burra al trigo.

Menos mal que el ajetreo diario nos disuade de tantos despropósitos que acabarían con nosotros.
Y digo bien. Y digo con nosotros y no connuestraidentidad. Porque vaya solfa que se traen los psicólogos y paleontólogos en que tenemos que sacar el yo de nosotros mismos para conocernos. ¿Ni que tuviéramos que presentarnos!
"Sal yo de mi mismo que me voy a presentar"
Somos miles en nosotros mismos ¿A quien me presento? Tal vez al señor que por la mañana saludó con cara de lascivo a su vecina, tal vez al señor que tropezó poco después en la calle o tal vez al que llegó al trabajo con semblante servil ante su jefe. ¿Son los mismos? ¿Es otro misterio de la Santísima Trinidad?
Yo en 2011 he decidido no hacerme ni un solo propósito de enmierda. Vivir y disfrutar la vida, sacar fuerzas de las mañas y mañas de las fuerzas, exprimir los buenos tiempos y pasar de puntillas por los malos ratos.
Lo demás es publicidad. Engañosa, por supuesto.