sábado, 15 de noviembre de 2008

Confusión de imágenes, o tal vez no

Aznar: "Bush nos ha trazado la vía a seguir y nos ha transmitido la herencia de la libertad"
El ex presidente español considera que "la historia hará justicia" al mandatario estadounidense


Hallada una lagartija de 23 millones de años atrapada en ámbar
Se trataría del animal más grande encontrado hasta ahora atrapado en esa resina fósil
¿A cuál de los dos titulares cree usted que corresponde la imagen?
Por claro que lo tenga ¿seguro que no tiene ninguna duda?
¿Qué tal un 50%?
Hallada una lagartija de 23 millones de años y por eso Aznar considera que la historia hará justicia al presidente estadounidense

IRRINGTACIONES


El teléfono será un pedazo de invento, yo eso no lo pongo en duda. Pero es capaz de irrinnggggggggggtar al más pintao. El invento tendría que llevar un mecanismo que permitiera meter la mano y presionar el cuello de la persona que se encuentra al otro lado. Porque hay personas con una capacidad increíble para sulfurar al que está al otro lado.
La identificación de llamada garantiza cierta tranquilidad porque no se te vaya a ocurrir coger un teléfono de-quien-tu-ya-sabes cuando tu estado de ánimo no sea el adecuado. Lo que pasa es que siempre ocurren accidentes, despistes, el niño que por allí andaba y lo coge, en fin, que no tiene todas las garantías.
De los móviles mejor ni hablar. Se han convertido en un sistema de vigilancia extremo y ha coartado la libertad individual. Ese individuo que no hace más de doce años iba tan tranquilo a todas partes y que ahora no compra un kilo de patatas sin consultarlo por el móvil. Y no digamos nada lo que ha perdido la juventud con el inventito que ya hay quien ofrece hasta móviles con busca para QUE ESTÉS SEGURO EN TODO MOMENTO DONDE ESTÁ TU HIJO. Por no hablar de la imagen PENOSA que tiene una mesa de bar donde cada uno está hablando con otra persona con el móvil.
No soy reaccionario pero creo que en estos tiempos de tanta facilidad para la comunicación, messenger, chat, teléfono, móviles a dos por cabeza y miles de satélites y antenas que nos rodean, estamos más incomunicados que nunca porque no sólo muchas veces no tienes nada que decir y ahí estás perdiendo el tiempo, sino que no hay una relación franca y directa con la otra persona. Nos refugiamos en un aparato.
Y a mí que no me llamen por teléfono para sulfurarme. O por lo menos que no use el teléfono, que abra las ventanas y mire hacia el cielo: mis señales de humo serán más que evidentes. Y una ACLARACIÓN: cuando me sulfuro no siempre a cido sulfúrico, casi siempre eres tú.