domingo, 5 de mayo de 2013

CHAQUE JOUR UNE CHANSON. VAINICA DOBLE: MADRE NO HAY MÁS QUE UNA.

Tanto me gustaba Silvio Rodríguez que el día de la madre mi madre siempre me pedía MADRE. Ni ella ni yo nos dábamos cuenta que era a la madre patria la dedicatoria. Eso es amor de hijo... tonto.
Han pasado los años y hoy me he reencontrado con el disco de Vainica Doble que tiene la canción MADRE NO HAY MÁS QUE UNA, que dice muchas cosas ciertas pero sobre todo deja un aviso final que se ha cumplido en muchos casos que conozco. Hemos querido proteger tanto y tanto que hemos estropeado muchos niños.
Proteger no es querer, si acaso miedo.

La madre vela
la madre cuida
la madre besa 
la madre mima.

La madre es buena
la madre es rica
se quita el sueño 
y se sacrifica
abriga y arropa 
da cobijo al hijo
hace rica sopa.

Tanto cuidado
tanto cariño 
si es demasiado 
estropea al niño.

La madre mece
la madre acuna
trabaja y sufre
de sol a luna.

Regaña a veces
es importuna
pero es la madre 
y no hay más que una
cose para fuera
se deja la vista
¡Qué Dios nos asista!

Tanto cuidado
tanto cariño
si es demasiado
estropea al niño.


ESPÍRITU DE CONTRADICCIÓN

Me divierten mucho los argentinos y su carácter. Pero nací en Europa.
Me gusta la cultura francesa. Pero nací en España.
Me encanta la música de la nova canço. Pero nací en Andalucía.
Disfruto con los carnavales y el sentido del humor gaditano. Pero nací en Jerez.
En decir y contradecir se me pasa el tiempo.

JOAQUIN CARBONELL. ENTRE SETE Y CAI

Aragón está entre Sete y Cai. Exactamente a 727, 12 kilómetros de una y de otra. Y hay un aragonés que tiene el estilo de Brassens y hace unas canciones muy irónicas con aires de carnaval. 
Joaquín Carbonell me gustó mucho en sus inicios. Su maestro fue el inolvidable José Antonio Labordeta y sus primeras canciones tenían  mucho arte. Se rodeó de músicos excelentes, desde Jorge Sarraute a Toti Soler. Textos críticos escritos por él o Pilar Navarrete y alguno del propio Labordeta (con el sudor de tu frente)

Dar a conocer un disco, conciertos, etc, deriva siempre en que el segundo disco suele ser malo. Siempre digo que el primer disco es inmejorable y el segundo horroroso. En el primero tienes toda tu bagaje personal y en el segundo lo que has podido hacer entre actuación y actuación, canciones meadas en general. El disco se llamaba DEJEN PASAR.
Con más tranquilidad apareció su tercer disco que recuerda en muchas cosas al primero. El nombre, SEMILLAS, lo dice todo. Tiene canciones divertidas en la cara A como La flor de parra o para San Roque. Yo que he estado muchos veranos en un pueblecito cerca de Teruel te puedo decir que el disco está pensado para ese ambiente. Como soy más de campo que las amapolas, el disco me gusta mucho. Tal vez más que el primero.

El cuarto disco, SIN IR MÁS LEJOS, va solo un poco más allá que el segundo. Ya me pilló empezando a trabajar en Canarias y tengo el recuerdo en cintas de cassette. Por aquellos años me enamoré y cuando escuché "CUANDO TENGAMOS LAS MANOS LENTAS"  pensé que sería hermoso cantar cuando tengamos las manos lentas y los cabellos como algodón recordaremos aquellos días en que decías que siempre es tiempo para el amor.

También había una canción muy jocosa al estilo de Brassens encontrado la parte positiva de las putadas que le hacía el amigo.

Con este disco le perdí la pista a pesar de que ha seguido haciendo muchos temas de Brassens traducidos con unos músicos excelentes.  Pero yo escucho a Brassens en francés, siempre he mantenido que Brassens es un poeta intraducible, era un artesano de la palabra en el sentido fonético y léxico. Y cuando encajas una frase como todas las suyas no intentes desliarla.
Los libros que ha escrito sobre Sabina o Labordeta me han parecido regular. Regular ná más.