Kim Jong-un ajustició a su tío con más de un centenar de perros...
Pero dejadme, ay, que yo prefiera la hoguera, la hoguera.
La barbarie del hombre no tiene límites. El hombre lobo del hombre. Va desgranando Javier Krahe en esta canción los diferentes modos de pena capital. Si la vida es una pena y esta pena es capital resulta que la vida merece la muerte, decía yo en mis absurdos del Filón-logo. Pues parecido. Matar a pedradas, inmersión. crucifixión, todas son dignas de admiración dice Krahe con la ironía propia de la dificultad que supone entender este absurdo. La pena de muerte es una salvajada pero hay más, las salvajadas se pueden hacer más grandes.
Recuerdo con horror la lectura de LA FIESTA DEL CHIVO de Vargas Llosa y la brutalidad con la que el ser humano puede llegar a comportarse. Aquellos interrogatorios que hacían daño hasta leyéndolos.
La canción de Krahe estaba basada en la estructura de Brassens LA GUERRA DEL 14-18. Brassens decía que todas las guerras eran maravillosas pero si se tenía que quedar con una, pues se quedaba con la primera guerra mundial.
Lo que ha hecho el bestia este con cara de mulo retorcido es una brutalidad propia del bruto que lleva dentro. Es ejemplarizar. Si es cierto que soltó a cien perros contra su tío, lo mismo le deseo a él. Que 2014 te cubra de todo lo que mereces, ha sido mi deseo para este año. Ni más ni menos. Y a este monstruo también se lo deseo.
¿Por qué no?
Es alucinante que el mundo esté en manos de bestias sin sentimientos que cuando se vean mal no dudarán un segundo en aniquilar la vida en la tierra con sus armas nucleares. Es triste y deprimente. Pero dejadme, ay, que yo prefiera....
¡¡¡APRENDER CHINO POR CORRESPONDENCIA! que decía el Eugenio de la última voluntad de un condenado a muerte.
