martes, 7 de diciembre de 2010

EL PESADO PASADO.

Como a nuestro parecer
cualquier tiempo pasado fue mejor.

JORGE MANRIQUE.
Como en nuestro perecer
cualquier tiempo pasado fue anterior.
No sé. No sé. No sé si soy un pasado pesado. O tal vez un pesado con el pasado. Es verdad. No lo sé. Yo sé muy poco.
Menos mal que el wikibeach está relevando secretos inconfesables y ya sé que José Blanco compuso No mires a los ojos de la gente y que eso ha sido un golpe bajo por su alternancia visual y que Zapatero creo el gato montés y es listo como el jamón ibérico.
Y aunque no estoy muy al día en economía he sabido que intentan tambalear a España con una prima que es un tanto fácil. Creo que es prima de Riesgo aunque ahora no me acuerdo de ese chaval.
No soy nostálgico ni noctámbulo. Pero me incomoda que me manipulen y me traten como a un lerdo. Hace dos semanas un tal Griñán dijo que tal vez los andaluces teníamos algo de culpa en la imagen que se tiene de los andaluces. Los que crearon el estado de las subvenciones y el pesebre nos acusan de subvencionados. Todos los artículos de la prensa de hoy están concatenados: desde el informe Pisa a las borracheras y consumo de alcohol y al estudio general de medios. Habéis favorecido una sociedad a la Intemperie que dice el Aute y ahora la culpa pá nosotros.
Yo no tengo la solución. No soy un héroe, lo sé. Más bien soy el antihéroe.
ANTIHÉROE

BÉCQUER EN EL AEROPUERTO.

Cuando me lo contaron sentí el frío que estaban pasando tantas personas tiradas en los aeropuertos.
Los controladores son el huracán y el político la enhiesta roca que desafía su poder.
Tal vez no haya palabras cuando piensas en esos niños chicos que iban a Disney o esos abuelillos tirados sin saber por qué. Y no hay pero que valga. Pero (este no vale), siempre hay un pero.
De aquellos barros... estos lodos. Me parece una infamia todo lo que ha pasado. Igual de claro que lo vi el 8 de agosto con las declaraciones de un controlador que dijo lo que aparece debajo del pulpo.
Y es que soy un romántico. Imagino que si me llega a coger en un aeropuerto hubiera sido defensor del realismo de Galdós y hubiera contado los Episodios Nacionales.