miércoles, 4 de septiembre de 2013

ISIDORO Y LA COPA ROTA

Hay frases hechas que están mal hechas. Crean, además, una conciencia popular de negativismo colectivo. Quien dijo la confianza da asco tuvo malas experiencias, que canta Raffaela, pero no encontró a un amigo que cuando vio la copa vacía se ofreció a llenarla. La copa no solo estaba vacía, también estaba rota. Presto y sin hacer ruido la cambió por su último depósito. Elle est a toi cette chanson, cantaba Brassens, pues hoy es para ti este cantar, tú compañero que me viste con la copa rota y me ayudaste. Por cierto, la foto es tuya y profética, un 28 de junio.

¿QUIÉN SOY YO? O AL MENOS ¿QUIÉN NO SOY?

Crecí leyendo a Sartre, a Camus. Mi etapa existencialista fue tan fuerte que durante años estuve preguntándome quien soy, no comprendo ay de mi que hago aquí que cantaba Krahe o el a veces me pregundo que hago yo aquí de Labordeta. Harto ya de estar harto ya me cansé, dijo Serrat. Tal vez en el fondo de tanta inexistencia esté el ser otro tipo, meterme en otro o con el otro que habita en mi. Hoy, cansado de filosofía barata, abandono el quién soy yo por una pregunta más sencilla. Observa las imágenes y dime quién no soy. Son todas fotos recientes. La respuesta es fácil... pero NAIDE ES QUIEN PARECE. Ojo con la respuesta.

LLUIS LLACH Y YO


¿Qué hace un andaluz escuchando a un catalán? ¡¡¡PORQUE ME ENCANTA LLUIS LLACH!!! Lluis Llach es la voz más hermosa y el mejor músico que he escuchado jamás. Lluis es la voz que se apodera de ti en los momentos de tristeza o de amor, de melancolía o dulzura. Después de esta confesión de amor, los dos o tres amigos que me quedaban me tacharán de la lista. Parece que está bien visto tener mal visto a los catalanes y sin embargo yo los quiero.
Lluis Llach es un ejemplo. Con trece años en mi haber, los amigos maños de mi hermana María traían a casa a Labordeta, pero también un disco, ARA I AQUI, que en mi casa sonaba muchas veces al día. Ese Respon-me, Mauricio, Tienen que nacer flores a cada instante, etc, etc, me llenaron la cabeza de frases y voces que, con 13 años, me hacían crecer como persona.
Por aquel entonces yo iba mucho a la cadena ser a llevarle a Antonio Rodríguez Liaño discos de Carlos Cano y Luis Pastor para que los pinchara. Para mi era un orgullo que se pusieran mis discos. Un día fui a su casa de Icovesa y me regaló un disco sin funda de Lluis Llach: COM UN ARBRE NU. Lo escuché y me lo aprendí de memoria, especialmente NADIE SABÍA SU NOMBRE, que silbaba detrás de una chica que hacía primero de magisterio que me parecía muy sabia.
Por aquellos veranos yo iba a Barcelona buscando discos baratos por la calle San Pau. Y en una de estas mi hermana y yo nos encontramos un cartel de actuaciones increíbles en el CAMP EUROPA. Lluis Llach, la Bullonera y muchos otros. Fuimos a hablar con Lluis y me pareció la persona más sensible y entrañable que había conocido nunca.
El disco I SI CANT TRIST es una joya de esmeraldas y diamantes. Compré ITACA, CAMPANADES, VERGES 50. Todos. Puedo presumir de tenerlos todos.
Luego fui a verlo al teatro Falla en Cai. Un gran recital como solo él sabe cantar. T´ESTIMO, MAREMAR, EL MEU AMIC EL MAR. Discos maravillosos. Conocí después que por el año 1972 tuvo mucha relación con CARLOS CANO. Otro andaluz con un catalán que no entendía de fronteras sino de sensiblidades.
Gracias Lluis por tanto. Si a Paco Ibáñez lo llevo diariamente en la boca con alguno de sus temas, a ti te llevo en el alma.