Que Obama y Guantánamo iba a terminar como la OTAN y Felipe estaba claro. Llevo todo el día tarareando el "hombre blanco habla con lengua de serpiente", la canción que le dedicó Javier Krahe por demostrar una vez más lo fácil que es mentir y lo difícil que es ser coherente cuando descubres "más realidades".
Mucho se reflexiona en este blog sobre el poder e incidir en ello es tontería, pero razón tenía Krahe cuando denunciaba que los políticos recomiendan paciencia cuando les conviene. Para el paro hablan de la situación internacional y piden tiempo. En la tortura, cruel y absurda como ella sola, tampoco hacen mucho por acabar con ella.
En el poder no hay hombres blancos o negros. En el poder la promesas pueden ser distintas e incluso creemos más a los que nos ofrecen cambio.
Pero al final todo el cambio queda en lo de siempre "CAMBIO- CHANGE- EXCHANGE"
Tú decir que si te votan,
tú sacarnos de la OTAN,
tú convencer mucha gente.
Tú ganar gran elección,
ahora tú mandar nación,
ahora tú ser presidente.
Y hoy decir que es alianza
ser de toda confianza,
incluso muy conveniente.
Lo que antes ser muy mal
permanecer todo igual
y hoy resultar excelente:
Hombre blanco hablar con lengua de serpiente
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú,
¡por Manitú!
Tú no tener nada claro
cómo acabar con el paro,
tú ser en eso paciente,
pero hacer reconversión
y aunque haber grave tensión
ahí actuar radicalmente.
Tú detener por diez días
en negras comisarías
donde mal trato es frecuente:
ahí tú no ser radical,
no poner punto final,
ahí tú también muy paciente:
Hombre blanco hablar con lengua de serpiente
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú,
¡por Manitú!
Tú tirar muchos millones
en comprar tontos aviones
al otro gran presidente,
en lugar de recortar
loco gasto militar.
Tú ser su mejor cliente.
Tú mucho partido, pero
¿es socialista, es obrero,
o es español solamente?
Pues tampoco cien por cien
si americano también,
gringo ser muy absorbente.
Hombre blanco hablar con lengua de serpiente
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú,
¡por Manitú!
