jueves, 29 de septiembre de 2011

TESIS HIPOTÉTICA DEL SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES Y SU CORRESPONDENCIA CON EL COMPORTAMIENTO DE QUIEN LO LLEVA PUESTO O EN ESTE CASO SU SAN BENITO Y HASTA SU SAN MIGUEL


Dibujo de Mercedes Becerra, a la que debo esta entrada sin salida, como suele suceder en esta vida fusiforme.
- ¿Tú te llamas Cristian?
- Pues los Cristian son malísimos, Yo conocí al hijo de un amigo mío que se llamaba Cristián y era de la piel del diablo....
Cienes y sienes de veces he oído análisis magistrales  de esas personas que buscan y achacan a un nombre una forma de ser.
Incluso hay libros publicados que van más allá del origen y definen a la persona sin conocerla.
- ¡Cuidado! piensas tú, que voy a conocer a una Inés.  O bien.
- Voy a tomar precauciones que los Benitos tienen fama de atravesaos.
Evidentemente hay cierta relación entre la elección del nombre y el comportamiento posterior: el que puso a su hijo KEVINKOSNER DE TODOSLOSSANTOS era, además de retrasado, un padre suicida que no ha leído a KAFKA, entre otras cosas, porque no sabe leer.
Pablo fue el nombre de moda en los años 80 y muchas de esas personas tienen una forma común de entender la vida, y ya no puedo leer más, que decía el Kiko.
Isaac, Isaias y todos esos profetas que anuncian que Cristo está a la vuelta de la esquina tocando la pandereta con salmos de bendición eterna para los pobres de la tierra, son los nombres de una comunidad muy conocida y con características parecidas.
Bueno, también está el padre de contacto directo con el más allá que dice mi amigo Antonio cada vez que sale el tema:
- El padre que en su día le puso MARCIANO a ese hombre era un iluminado.
Mi propio nombre, Miguel, es analizado por el gran cronista de santoral y ya te ves con la espada cazando demonios, con la devoción y respeto que tengo yo siempre a los demonios que llevamos dentro.

San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.
Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.
La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego. 
Cae fuego en lugar de maná, parece que anda suelto Satanás, que cantaba el Aute.
O que miedo tú, turulú, que musitaba el Krahe.  Se me ha roto el llavero solitario que llevaba que decía:
MIGUEL. Significa Dios es justo. Carácter inquieto y trabajador. Le gusta vivir bien (como al 90% o más) y no le importa luchar para ello. En el terreno sentimental es apasionado, fiel, buen amante y padre.
Toma ya. Rumaiquilla, reina mora, quiéreme. Menos mal que la pólvora ya estaba inventada.
Lo mismo que con los nombres ocurre con la suerte, horóscopos y similares.
Recuerdo la broma que le gasté a un familiar acostumbrado a que todas las semanas le leyéramos su signo en el teletexto porque su tele no tenía. Tal era la importancia que le daba que una semana le leí el horóscopo de al lado y al comentarme que todo le cuadraba, se me escapó la risa y le dije:
- Ay, que me he equivocao. Que te he leío el de al lao.
Tal vez, y solo tal vez, no haya nada detrás de los nombres ni del día de nacimiento, más bien, y solo más bien, en sus alrededores.