sábado, 12 de marzo de 2011

EL AMOR Y EL TIEMPO

El amor, que raro es el amor, encuentra en la pasión su luna de papel. Que bien me suena este Ay Candela que cantaba Carlos Cano.
Amor. Pasión. Rutina. Cuando hablo sobre este tema enseguida se recurre al tópico de que el amor se termina cuando acaba la pasión. Surgen mil chistes de cansancio y rutina y se cita a Gila con lo del lunarito tan bonito del primer mes y el quita pallá esa verruga de los años posteriores.
Tuve la suerte de leer muy joven El arte de amar de Erich Fromm. Primero diferenciaba los distintos tipos de amor y después llegaba a la conclusión que con respeto, responsabilidad y madurez el amor puede ser eterno. Yo siempre me he planteado el respeto por encima de todo pero he mantenido una imagen de frente a frente y no de espalda contra espalda.
- Deja, que ya lo hago yo.
Frenta a lastimeras quejas de:
- Levántate, cerdo, que todo me toca a mi.
No es el mundo de Yupi. Con respeto y entrega muchas cosas salen adelante. Hoy descubro el paso del tiempo en viejas fotografías, el tiempo nos va arruinando la fachada, pero queda una parte importante de corazón.

Claro que como todo tiene su dualidad, su yin y su yan, tampoco están mal estos versos de Corneille sobre los argumentos sentimentales del viejo para convencer a una Marquesa de 26 años y el espérame sentao que ésta le contestó.