martes, 28 de diciembre de 2010

TESIS HIPOTÉTICA DE LA SUERTE, O NO, QUE HA TENIDO LA MUJER EN LOS TIEMPOS QUE CORREN.

No es lo mismo los tiempos que corren que correrse en estos tiempos, pero ambos dos están complicaos, que diría Fernando Aguirre ¿o era Esperanza Sánchez Dragó?.
Tema complejo. No conozco a todas las mujeres pero, en mi opinión, han pasao de Guatemala a... Ciudad Juárez.
En la generación pasada eran víctimas de una época, sufridoras madres de familia que aguantaban al marido que el destino les deparió. Y parió una, dos, tres o diez veces porque eran tiempos de familia inmensa y de iglesia católica. El control de natalidad era pecado. Quererse era pecado. Separarse era pecado. Todo era pecado.
Llegó el después. Cambió la historia. Y da la impresión como si un genio de la lámpara maravillosa y misericordioso de tanto ver a la mujer frota que te frota se le apareciera y le dijera:
- Pídeme un deseo.
Y la mujer, ansiosa por cambiar su vida, dijera sin pensárselo dos veces:
- ¡Quiero ser como el hombre!
Y hete aquí que te ves a mujeres trabajando, fumando, estresadas y con enfermedades que siempre habían tenido los hombres pero encima no se acordaron de completar la frase:
- Y que los hombres hagan lo que hacemos nosotras.
Porque desgraciadamente muchas siguen con lo malo de ahora y lo malo de antes: su trabajo y la casa, la compra, los hijos, la comida, la limpieza...
La mujer del siglo XXI tiene que dar un golpe en la mesa y decir BASTA.

Las relaciones personales son entre iguales y ya está bien de que yo, mujer, lo haga casi todoporquesemedamejor,así, tójunto. Y tú, ganso, vives como dios porque no sabes hacer nada. Es también forma de ser.
Recuerdo la historia de Pepe Delgado al fondo de la clase de literatura y sus chistes y leyendas. Una leyenda gitana, me contaba, decia que Dios dio un rollo de cuerda al hombre y otro a la mujer para que hicieran su cuerpo. La mujer, fina y delicada, puso mucho cuidado y al final le faltó un poco de hilo. El hombre, por el contrario, chapuza y pasota, se hizo de cualquier forma y hasta le sobró cuerda con la que hizo un colgajo.
Es un estereotipo. Pero el presente es tan triste como ver un mundo, muchos países, muchas empresas dirigidas por hombres que utilizan a la mujer cuando no quieren que se les recuerde lo de la paridad.
Y el futuro está en vuestras manos, mujer. Porque hasta la educación os cargan en la espalda. Y no eduquéis con complejo de culpa y enseñad que, entre iguales, se vive mejor. Solo que hay diez mil esquemas difíciles de romper.