lunes, 9 de junio de 2014

TE LO AGRADEZCO, PERO NO.

Acabo de recibir un mensaje de Youtube de felicitación. Salía un mil y yo no sabía qué era. Pero eran mil personas que habían dado al me gusta. Casi cuatrocientas y pico mil visitas y mil me gusta. Muchas gracias por nada. No monto vídeos para que gusten, monto vídeos por aquello de que la música hay que pasarla. Tienes que decir lo que te gusta y que los demás lo suscriban. Hablando de suscriptores son casi mil quinientos pero que tienen en ocasiones el mismo gusto que el mío.
Gracias por las gracias pero las gracias no son para mi, son para ti, son para ti.

UNA CURA... QUE NO UN CURA

En la vida hay que hacer cosas agradables
y otras que resultan más duras.
Así que me he puesto mascarilla y gorro
que es buen tiempo para hacerme una cura.
Una cura a mi carácter socarrón
porque necesita una cura de espanto.
Espanto que aún me provoca
la gente que me exige tanto.
Una cura directa sin anestesia
para recuperar toda mi humildad
porque a veces creo que detrás
aparecen algunas sombras de vanidad.
Una cura para una vida sana y alegre
que me hagan huir de tanto muermo.
Mucha gente sana a tu alrededor
parecen y perecen y no están enfermos.
Una cura para disfrutar en la tierra
porque aquí está la verdadera salvación.
Lástima que nos contaminen con incienso
los profetas y provechaos de la religión.
Una cura para vivir con alegría,
una cura para vivir en la locura
de descubrir que en lo natural
está el buen sermón y  no en el cura.

JOSÉ ANTONIO LABORDETA. PRIMERA Y SEGUNDA ETAPA.

Los que hicimos la EGB sabemos lo que es eso de Primera Etapa y Segunda Etapa. Yo a los cantautores también los he visto siempre en sus dos etapas.
Llevo todo el fin de semana escuchando a Labordeta porque en el Blog Los mil y un vinilos faltaba su voz, su palabra. Y yo soy persona de palabra y había dicho que eso no podía ser.
Me ha encantado escuchar CANTAR I CALLAR, leer las palabras de OVIDI dándole ánimos. Canciones cortas pero sin aspavientos musicales.

El segundo disco, Tiempo de espera, es muy bueno. Todavía me emociono escuchando Carta a Lucinio. "Algunas veces pienso ir al pantano y cuando esté bien lleno, tirarme dentro" Aún recuerdo mis paseos por Molina  y escuchar a la gente ya bebida cantando Arramójate la tripa. O esa maravillosa Canción de cuna sobre tierra estéril. Todo el mundo se queda con el canto a la libertad que cierra el disco pero a mi es de las que menos me gusta.

El tercer disco tiene todo el genio y la gracia de Labordeta. Ya lo subiré porque nadie se acuerda de él (del disco). Se llama CANTES DE LA TIERRA ADENTRO. Tiene una Canción de amor que es lindísima, pero sobre todo tiene los arreglos de la persona más cabal y juiciosa que he conocido en el mundo de los arreglos. Se llama ALBERTO GAMBINO y donde él ponía la mano todo era maravilloso. También arregló el cuarto disco QUE NO AMANECE POR NADA y muy bien.
La decepción del fin de semana llegó con discos que había escuchado poco. Muy mal en letras con un Labordeta que tiraba por la pendiente del vicio de ir a lo fácil, qué vamos a hacer cuando el futuro venga con nosotros a tomar café. Pero si las letras flojeaban, lo peor eran los arreglos. La evolución de los cantautores a grupos de rock de letra fácil como Barricada era una apuesta arriesgada. Seguimos por aquí aguantando el temporal, cada uno lo soporta según como le va.
Echo mucho de menos en esta evolución, o tal vez devaluación, la figura de Brassens. No se trata de ser moerno, de coger la guitarra eléctrica para cargar de kilowatios las canciones. Las canciones buenas no lo necesitan. Empecé a escuchar la cara A del qué vamos a hacer y no pude soportarlo. 
Pero me quedó una gran imagen de ALBERTO GAMBINO, de lo mejor que ha pasado por muestra música.