miércoles, 9 de diciembre de 2009

Chaque jour une chanson

Llevo todo el puto día con el aeiou y el doremi de los cojones. Cuanto más estúpida es una canción más se te pega.
Me encanta Sabina. Odio a Sabina. Hace 33 años lo vi en directo y me pareció "ese que acompañaba a Javier Krahe" Krahe era el maestro.
Pero Sabina ha demostrado ser más listo que el ambre. Sí ambre, que decía el Coll: Cuando el hambre es de verdad se come hasta la h.
Quitando Inventario, primer disco y malo, malo, malo, Sabina fue in crescendo. Desde Calle Melancolía se rodeó de unos músicos excepcionales y fue el cantautor que mayor rendimiento sacó a los ripios horrorosos que componía. Pero tenían algo.
De pronto declaró: "carajo, cuanto más malo es lo que escribo a más imbéciles llego". Y la pamplina de nos dieron las diez, y la una y otras rimas líricas con la luna fue un éxito tal que la afirmación espantosa le dio la razón al tío.
Y cuando una estupidez se convierte en verdad universal estás perdido. Sabina se perdió demostrándose una vez más que arriba llegan los bordes y que llegar arriba puede ser una mierda. Varias veces al borde de la destrucción.
En directo tampoco es la séptima maravilla. Todavía tengo el water manchado de cuando escuché el dos pájaros de un tiro, con Serrat. Lo más penoso que he escuchado en años.
Por tanto no sé por qué lo escucho. Pero lo escucho. Es superior a mí. Lo triste es que junto al disco ha salido un libro de Benjamín Prados, que también quiere ganarse la vida sin jugarse la boca, contando las pamplinas impropias de un lazarillo de Úbeda atormentado por los éxitos ajenos.
Y sin embargo... lo escucho ¿verdad, Ire?

Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable
que el viento sea variable,
que me quieras… y luego te arrepientas.

La isobaras ven hielo en tus venas
y en tu pañuelo un mar que se sofoca
y auguran las antenas
que harán falta cadenas
para subir al puerto de tu boca.

Besarte es desatar un huracán
que suba en el termómetro el mercurio,
algunas nieves dan
calor cuando se van
fundiendo entre el desierto y el diluvio.

A, E, I, O, U
a mi boda fueron todas menos tú.
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni contigo ni sin tí.

Lo malo es que después la gota fría
se instala entre mis huesos y los tuyos,
corrige mi alegría
la noche de aquel día
que me condena al páramo y al trullo.

Caerá un rayo en mi torre de Babel,
arrasarán las plagas y la hambruna,
vendrán lunas de hiel,
a devastar mi piel
si el desamor no encuentra su vacuna.

A, E, I, O, U
a mi boda fueron todas menos tú.
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni contigo ni sin tí.

A, E, I, O, U
a tu vera el dulce hogar era un iglú
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni conti…
marejada ni conmi…
marejada ni contigo ni sin tí.