domingo, 5 de octubre de 2014

LLUIS LLACH. NO TE RECONOZCO, LÁSTIMA LLUIS.

La entrevista que Juan Cruz hace a Lluis Llach en El País de hoy no tiene desperdicio. O tal vez sí, o tal vez toda la entrevista sea un desperdicio. Es la primera vez que leo una entrevista a Lluis Llach  que me repatea, que parece un niño chico que patea y patalea. Pincha tú... que yo ya me pinché.
Como dice el Luis, pero el Eduardo, no sabes el dilema que me crea ponerme en algún lado.
Porque mucho me cuesta ponerme en el frente nacional, en ese frente que no lleva la frente bien alta, que habla de bandos, que parte y reparte y se lleva la mejor parte. En el frente de la coz y el pedal que reza a Santa María.
Pero hoy más me cuesta estar al lado de un queremos votar casi infantil que no tiene en cuenta nada. Que no tiene en cuenta los cientos de miles de andaluces que emigraron porque en Andalucía se les negaba el pan y la sal. Que no tiene en cuenta que Cataluña fue la niña mimada para que no se enfadara mucho y allí fueron muchas industrias textiles y del motor. Mientras que en Andalucía el latifundismo de los señoritos, el sol y las palmas eran nuestras únicas armas. Sin más independentismo y mira que razones había. Porque tan diferentes o más somos que vosotros, pero encima mucho más puteados. Solo que lo llevamos de otra manera.
Eres tú el que cantabas pais petit, eso de mi pais es tan pequeño... Pero para mi que era Verges o el interior de cada uno, ahi si que está la independencia. En lo que es cada uno. Lo otro, la patria, como canta el Manolo García, en mi zapato.
No es de odio esta carta, que cantaba el Carlos Cano en Viva la Grasia, pero odio las incoherencias estúpidas que reflejas en la entrevista. La culpa es del Estado español. El estado español es el que ha robado. El estado catalán no. Ese nacionalismo que ha querido poner banderas y consulados en Alaska gastando y malgastando ese es bueno. Pujol que cada vez que le decían ladrón argumentaba un ataque al nacionalismo, esos no. Esos son buenos.  Cierto vértigo me da tu entrevista. La cosecha de vino la has probado entera. Y que sepas que no soy un reaccionario, reaccionario los que imponen su actitud. Fíjate, para que veas que no impongo nada propongo que ni se vote. Si os queréis ir, iros. Nosotros ya nos apañaremos. Pero luego no queráis volver. Como tú dices en lo personal, tal vez lo que os quede por vivir sea el trance más difícil.