miércoles, 9 de marzo de 2011

¿POR QUÉ EL HOMBRE PERDIÓ LAS ESPINAS DEL PENE Y RUIZ MATEO EL BRANDY?

Últimamente los periódicos suscitan tu curiosidad con el titular, pero cuando vas a la página lo que ponen son tonterías.
Un ejemplo:
¿Por qué el pene del hombre carece de espinas, como el de los chimpancés, los macacos o los ratones? La respuesta está en un fragmento de ADN suprimido en el genoma de los humanos y presente en el de otras especies. No sólo ha desaparecido en el hombre las espinas de queratina, sino también las vibrisas sensoriales que desarrollan otros mamíferos. Estos cambios en la morfología del pene estarían asociados a estrategias reproductivas monógamas. Unos científicos estadounidenses . ... Mentira, mentira cochina. El hombre se dio cuenta que al igual que a las aceitunas, o al jamón, se les quitaba el hueso, tendría más éxito el pene sin espina.
- Sigue mujer. Pero ¿qué te pasa?
- Es que me he tragado una espina.
- Jolín, ahora que estaba yo disfrutando.
Otro ejemplo:
Ruiz-Mateos ofreció todo su 'brandy' a Botín como garantía de los créditos Mentira, mentira cochina. D. José María no chantajeó con el brandy. Primero, hablando, hablando, le ofreció una copita de cortesía. Emilio se fue animando y José María le dijo:
- Si te gusta, te lo bebes todo.
- ¿Te refieres a la botella de Cardenal Mendoza?
- No, tonto. Tú me das tu banco y yo te brindo mi brandy.
- Coño, chemari, estoy borracho pero te quieres llevar todo el Botín. Bribón. Ni que yo fuera Miguel Voyeur. Je, je. Que inspirado estoy, dame un Ferrero.
- Emilio. No me pongas nervioso que estoy hecho un flan.
- Dhul, supongo.
- Que te pego, leche.
- Será Clesa, supongo.
- Eres malo Emilio. Te vas a condenar. Como se lo diga al Rouco verás...
- Será Cardenal, supongo. Cardenal Mendoza, espero. Jeje. Que chispa. Estoy Espléndido.
- Arderás en el infierno. Que para eso he dado yo mis limosnas a la Iglesia. Estás condenado. Que te parta un rayo.
- Será Vallecano, imagino.
- Que te jodan, zángano.

LA ENERGÍA DE LA PALABRA AMABLE.


Muchas veces me pasa como a Labordeta. Yo también dudo y canto "a veces me pregunto qué hago yo aquí". Fenomenal tema que José Antonio Labordeta enmarcaba dentro del aula y su tarea como profesor. Yo me lo pregunto como profesor, como director y dos veces en semana como ser humano. Y algunas semanas hasta tres.
De la oscuridad existencial nos saca una mano amiga, una caricia y muchas veces también una palabra amable. Labordeta habla del reencuentro con algún alumno que, pasado el tiempo, lo abraza y le reconoce su labor.
y menos mal que a veces
una tarde de abril
un alumno te abraza
y te dice: Don José
que bien que lo pasaba
en las clases de usted
con la visión cachonda
del tiempo que se fue.
A veces me pregunto
qué hago yo aquí.
La canción merece la pena.

En el aula es complejo como explicar motivando. Fuera del aula es más complejo todavía porque dinamizar y mover es difícil, tienes que sumar voluntades y como trabajadores tenemos demasiado esquematizada la comodidad. No hacer nada no te mete en líos. Hacer sí. Es fácil que después de mucho esfuerzo solo recibas un par de palos a cambio y eso si somos optimista. Y reclamaciones del gilipollas de turno que ha hecho 1 y no se para a pensar las 100 que llevas hecho tú.
Pero (Y MENOS MAL QUE SIEMPRE HAY UN PERO) cuando de forma espontánea te dicen lo que valoran tu trabajo y que lo que haces en pocos sitios se ve porquenoesobligación y que romper la rutina del aula lleva mucho trabajo detrás, piensas: "HA MERECIDO LA PENA"
Todo este argumento y toda esta palabrería sentimental lo recoge muy bien Brassens (siempre Brassens) en Chanson pour l´Áuvergnat, que tradujo muy bien Pierre Pascal en CANCIÓN PARA UN MAÑO.
¡Coño, otra vez el Labordeta!

FORMA DE SER: EL APARENTE.

Aparece en El Lazarillo, después del ciego, un hidalgo que mataba de hambre a nuestro Lazarillo porque no tenía un pedazo de carne para comer. Pero eso si: salía a la calle con un mondadiente en la boca para aparentar lo bien que había comido.
Las novelas de Galdós están llenas de personajes que no podían faltar a una fiesta y lucir vestidos aunque en su casa no hubiera nada que llevar a la mesa.
Esta canción, ARRIÓN, critica todo ese ambiente. Recuerdo escucharla en un disco de Francisco Curto que se llamaba LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA que era una recopilación preciosa de canciones del 36 al 39. También estaba SANTA BÁRBARA o EN EL BARRANCO DEL LOBO. Me gustaba ese disco.
Algunos años después encuentro que esta forma de ser, de aparentar lo que no se tiene no es solo el vicio de los que emigraban y por vanidad hacían creer que se habían comprado un gran coche o que tenían doce casas. No. Es algo más. Está más allá de lo material. Ahora hay aparentones de Internet, ahora hay señoritos en red, ahora hay carajotes inalámbricos sin miedo a mentir. La hoguera de las vanidades sigue estando muy presente. El no va más o rien ne va plus lo representa con descaro la fundación RUMASA que abiertamente reconoce que engañar es lo más fácil del mundo.
Menos mal que el NAIDE ES QUIEN PAECE lo aplicamos cada día.