viernes, 1 de febrero de 2013

LES LUTHIERS. LUTHERAPIA

Es difícil superarse. No es el mejor Les Luthiers. Pero es Les Luthiers. Merece la pena verlos.

JAQUE MATE MÁTICO

Sería falso evitar la inexplicable astilla,
el aguijón venenoso que provoca la palabra
fuera de cita,
el derrame involuntario y purificador
demasiado tiempo retenido
por la matemática del espejo
y la vergüenza que siempre empaña
ese instante apenas de transparencia.

LUIS EDUARDO AUTE


Están en el límite. Al final ha resultado que no son integrales sino seres derivados de la codicia.
El día a día nos está demostrando que dos más dos no siempre son cuatro. Mi sociedad vive en continuo jaque. El rey y sus vasallos se pierden en las matemáticas.
Jaque mate mático.
Si de un negocio se gana cuatro no se implica directamente que de dos negocios se gane ocho. No faltaron a la clase de proporciones pero si a la de lógica y sentido común. La avaricia y la ambición caminan de la mano en esta partida. Todos hacen trampa. Los intereses no pueden ser mayores que el capital, sería una pena. Una pena capital con rédito muy alto por tiempo indefinido.
Jaque mate mático.
Al rey se le cae la torre encima y sustituye los caballos por elefantes. El alfil infiel tiene una erección permanente, empalmado camina por la diagonal contraria y las ramblas de la estupidez. 
Jaque mate mático.
No saben sumar y re/s/p/tan como serpientes. Se multiplican por cuatro pero no dividen sus pingües beneficios. Sus operaciones básicas son tan reales como vulgares, no tienen nada de elegancia aristocrática. La única operación transparente fue la de cadera.
Jaque mate mático.
En un estado quebrado no podemos sacar decimales a tanta miseria mental. No hay propiedad reflexiva. Todo es transitivo con el complemento directo de la incompetencia. El elemento neutro no vive en palacio. 
La gráfica es decadente. La incógnita es conocida. El problema tiene un enunciado absurdo. Con este planteamiento no hay soluciones, tendré que salir por la tangente.

¿NACERÁ UNA NUEVA VIDA?

En este agitado mundo
me encontré, en mi interior, con mi destino.
Llamó a mi puerta y reafirmó
la realidad irrevocable de mi sino.


He asumido, no sin antes rebelarme,
lo que irremisiblemente ya está escrito.

Aceptaré como hecho consumado,
la suerte que me espera
y confío en quienes juegan su papel
y ejercen responsables su tarea
para reparar mi maltrecho cuerpo herido.

No envidio a quienes gozan de salud,
cada cual recorrerá su camino, 
previsto, desde antaño,
en la historia de sus vidas
para, al final, llegar a su destino.

Mi existencia transcurrió por buen camino
y, a pesar de mi experiencia de momentos no queridos, 
agradezco las caricias de la vida.

Gocé de privilegios que a otra gente se negaron,
injusta realidad, triste designio.

En este trance personal, 
en que me enfrento al sufrimiento,
pienso con profunda honestidad
que mi vida no vale más
que la de tantos seres abocados
a una existencia cargada de desesperación y de infortunio.

Deseo que algún día no lejano,
se supere la injusticia que atenaza a nuestro mundo,
y renazca una savia que renueve
nuestros seres mezquinos ya marchitos.

Estepona, 18 de Agosto de 2011.

(Salvador Garrido)