HOJA DE RUTA DE ESTE.... ¡LO QUE SEA!
El cine es un arte, no importa si el primero o el séptimo. Y para hacer arte hay que ser artista.
El poder, siempre tan perverso, no podía permitir que los artistas lucieran sus galas burlándose en galas de dicho poder.
Hasta ahí todo queda oscuro. Es incomprensible, o era, que los muchachos del gobierno subieran el IVA sabiendo que la industria estaba yo tocada. Que era preferible cobrar menos cuando va más gente que más cuando no va nadie. Eso lo sé hasta yo que soy analfabeto.
Desde hace un par de años el cine no levanta cabeza. Tal vez sea porque su cabeza visible no se la deja levantar. No hay peor impotencia que la de no querer que levanten cabeza.
Hay señores que por donde pasan no vuelve a crecer la hierba. Me lo iré tomando con calma, me pondré A tila.
Me rio de los hunos y de los otros.
Yo estuve en Dijon y desde ese pequeño mundo pude descubrir que una cosa es lo que dices y otra cosa la que te cuentan. El 96 por ciento de la gente habla maravillas de algo pero rascas un poco y ves que las maravillas están en la cabeza.
Ya estaba yo preparando las vacaciones y buscaba un crucero por las islas Caimanes, cuando justo he comprobado que cuando la gente dice lo de maravilloso crucero, exótico, extraordinario, en un 80% de los casos está justificando el viaje. Vas a su casa, te cuentan con todo lujo de detalle todas las mentiras que leyeron en el folleto y al final te plantan un vídeo de 180 minutos que te mete en un sueño profundo.
Así es la vida. Nadie habla de los momentos como los que ahora te muestro. Primero es el barco por fuera y no te imagines lo de dentro, eso es lo segundo.
Y mira como bailan dentro
Placer. Fumar es un placer, cantaba mi amiga Sara. La conocí en Dijon. Un crucero también es un placer. Genial.
