miércoles, 3 de septiembre de 2008

VIAJE 3. LONDRES


Lo mejor del viaje es la sorpresa, romper con la rutina. En el viaje hay mucho de vida. Como en la vida, muchas veces esperas de algo una experiencia inolvidable y termina siendo inolvidable...mente traumática. Esos cruceros que imaginando una serie de televisión te subes pensando en el ligue y en la aventura y terminas ligando un mareo de siete días de malaventura. Ese viaje con tus amigos del alma que cuando conoces de cerca terminan siendo miserables y penosos.
O al revés.
Y tengo que reconocer que eso me pasó con Londrés. Yo, de cultura francesa, pronostiqué que Londres sería un país para ir y salir corriendo. Y me equivoqué. Fuímos en mayo de 2007 y los cinco disfrutamos de un viaje-de-ojos-abiertos. Oler el ambiente de las ciudades es maravilloso y Londres tiene mucho olor. Es distinto. Sus autobuses, sus taxis, sus museos, sus parques, sus cabinas, sus gentes. Bueno no, eso táchalo. Y de gastronomía no pongas nada.


El museo de la ciencia, el parque de Kesington, el estadio del Chelsea, el museo británico. Es que empiezas a enumerar y todo te enamora.


La incidencia inolvidable fue que casi perdimos el avión porque era imposible encontrar el autobús de vuelta al aeropuerto. La lluvia, los nervios, la cerrazón que acompaña a los malos momentos, me impedían pensar con claridad. La niebla londinense cubría el cielo y Jack el Destripador estaba cerca. En ese momento el sonido del Big Ben me hizo comprender que nunca debes quedarte dormido en el césped. Pero mereció la pena

VIAJES 2. BÉLGICA.

Viajar. ¡Qué distinto puede ser un país para distintos ojos! O para los mismos ojos en momentos diferentes. Este verano, del 17 al 24 de julio, estuve en Bélgica. Recorrido en pareja con coche de alquiler visitando Bruselas, Gante, Brujas, Amberes y paseíto por Holanda. Una preciosidad.

Bruselas es precioso y mucho más cuando llevas la predisposición. Había preparado el viaje durante dos meses, buscando canciones de Brel para el camino. Acordándome de le plat pays continuamente y de Bruxelles. Se recorre muy bien y es muy abarcable. Estábamos en la zona cercana al menaquen pis y próximos al barrio árabe y el día 24 había como una feria muy parecida a las del sur.
Gante es una ciudad muy muy bonita. También estaba en fiestas y parecía adornada con sus mejores galas con tantos puestecillos sobre el río

Evidentemente la palma se le lleva Brujas, esa niña bonita que todos adoran y todos quieren sacar provecho. El turismo tópico no es mi fuerte y aún reconociendo su hermosura salí de Brujas cansado de tanta belleza aprovechada. No me gustan tampoco los nacionalismos excluyentes porque recortan posibilidades y el hecho de no poder hablar casi francés o ver carteles en francés me fastidiabe un peu. Menos mal que el dueño del hotel BONHOMO era un artista y sabía un poquito de español y poco amigo de la estupidez que circundan a las ciudades de postal


Tras una rápida escapada a Amnsterdam, era festivo en Bélgica y Amberes estaba literalmente muerto, descubrimos que las calles de Amnsterdam te colocan aunque no vayas buscando empleo.
Nuevamente en Amberes, caminamos hacia el centro y descubrimos la ciudad de los diamantes y los rabinos. Es muy llamativo ver salir del colegio a los pequeños con su pelo cortado.
Las cabinas de mujeres exhibicionista llaman la atención por la equivalencia de mujer igual a artículo. No quedaban muchas, la verdad.
Volvimos a Bruselas pero hicimos el camino entrando en pueblos muy recomendables. Muchas veces la atracción del viaje está en el camino pero hacemos la ruta de los japoneses: galope-a-lo-conocido. Hacer la foto y salir corriendo no vale la pena. También conozco a quien se propone metas como fotografiar el ayuntamiento de todas las capitales de España en 20 días. ¿Foto del ayuntamiento?¡Qué cosa más fea, pisha!

Tanto Malinas como Leuven son dos villas que no debes perderte