martes, 20 de marzo de 2012

LA VERDADERA HISTORIA DEL NUEVO SIGLO DE ORO Y COMPRO ORO, PLATA, COBRE, BRONCE, LATA O LO QUE SEA.

La verdadera historia del descubrimiento de la crisis que conté el 2 de enero,  tiene más recorrido histórico circular y te invito a leerlo. Mientras sale puedes ir  leyendo la pamplina del 2 de enero.
¿Qué ya la leíste? Vamos, vamos, ¡con el pedo que llevabas! A leer te he dicho.


Bueno, espero que te hayas situado en el tiempo e imagino que ya has comprendido que el eterno retorno que dijo Fredéric existe realmente. Si le das un tono nasal sería un etennnno retonnnno que convierte al ser humannnno en tonnnnnto de cojonnnes. 
Colón descubre América, discutible. Llega a España montón de oro, indiscutible. Y entre saraos reales, cachondeos y manejo indebido de banqueros ¡¡¡INDISCUTIBLE Y COMO SIEMPRE!!! nos quedamos a dos velas.  Ese era el siglo de oro y estoy hablando del XVI. Después de haber expoliado medio mundo, nos quedamos más pobres que una rata.
 Hoy dice el periódico, que canta el Sabina, que la historia es cebolla y pan, el pan nuestro de cada día, que decía Miguel Hernández. No voy a alargarme en demasía para no dormirte cual nana ...de la cebolla, pero  es tremendo que se gasten 25000 euros al mes en polvo blanco y aparezcan en los periódicos fotografías como estas con personajes fumando la pipa de la paz.

A mi todo esto me resulta conocido. Primero se descubre El Dorado. La gente se empieza a hacer rica. Poderoso caballero es don dinero. Los más aprovechaos viven de p.m. y se preparan unos ERES maravillosos.
El dinero se gasta a montones. El timo piramidal de ingrésame 10000 que en dos días te ingresan un millón está a la orden del día. Los pisos se venden como churros. 
- Hola. Deme un  euro de churros.
- No tengo cambio.
- Pues póngame cinco euros.
Igual pero en pisos. De pronto se pincha la rueda y de un ya soy mejor que Italia y voy a por Francia, pasamos a un país donde se aprueba una reforma laboral donde todo vale, donde terminaremos trabajando como esclavos, donde te despiden por nada, donde cobraremos la hora a uno o dos euros, donde tendremos que acudir a la picaresca para vivir, donde los jóvenes no tendrán futuro.
Y todo por el maldito Dorado.
Pues a todos los hijos de p. que se enriquecen con estas transacciones, a todos los malditos que nos empobrecen y se cargan el futuro de miles de jóvenes que sepan una cosa que me enseñó mi padre:
EL DINERO DEL MEZQUINO RECORRE DOS VECES EL CAMINO.
Cerdos, que sois unos cerdos.

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: Georges Brassens "Au Bois de mon Coeur".

Hay días mejores, hay días peores. Este fin de semana me fui a Granada a disfrutar un poco de tristeza que son los mejores ratos.
 Llevaba conmigo el último disco triple que me compré de Brassens estas navidades.  Me encantó volver a escuchar AU BOIS DE MON COEUR en homenaje a  sus amigos: cuando ya no hay vino en mi barril ellos no tienen miedo de beber mi agua. Esos son los amigos de verdad, los que te acompañan a tu entierro cada vez que te mueres.
Hoy he vuelto a ver con mis propios ojos, pleonasmo puro, que tengo un amigo que me sabe dar la cuerda necesaria para seguir bien sin ajorcarme. Gracias hermano.
Y aquí toda la letra de un blog impresionante.

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: AL ALBA, AL ALBA. AMARGA, AMARGA.

La libertad es lo principal. Hace años vivimos unos tiempos donde la represión te llevaba a la angustia. La madrugada era un temor porque veías monstruos a tu alrededor y el corazón te palpitaba con violencia.
Las amenazas veladas o directas te herían. La luna sangraba convertida en guadaña. Impresionantes imágenes.
Los derechos no existían y cualquiera podía llamar a tu puerta y en un proceso kafkiano convertirte lo blanco en negro.
Después de una noche venía una noche más densa, más larga, más amarga. Protección y compañía necesitabas y te daban palos y soledad, amargura y tristeza.
Problemas que no eran tales te devoraban con ansia  las entrañas. Todo era negativo hasta lo que no existía. Las únicas flores eran de una corona mortuaria.
Los buitres volaban por tu cabeza esperando a sacarte el hígado. Nada era es real. Todo era incongruente.
El estado de derecho no existía. 
Te juzgaban con el ánimo alevoso de condenarte.
El juicio era de valor y era pura cobardía.
Las insinuaciones insidiosas de "he oído por ahí" "esto es un pueblo pequeño""el vecino puede delatarte" marcaban un territorio vomitivo y de maldad.
Tu defensa no era callar porque hasta el silencio podía ser utilizado en tu contra. Quien calla otorga, quien habla encalla.
El abogado defensor era un fiscal miope que se equivocó de sala. El juez el espíritu de la frustración acomplejada.
Menos mal que todo aquello acabó.
¿O no?