lunes, 3 de febrero de 2014

TEMPS Y CANÇONS. 1976- 1981 ¡QUÉ DE TIEMPO, QUÉ DE CANCIONES!


Hoy pareciera como si me hubiera subido a la máquina del tiempo. Algunos dirán que todavía no me he bajado. Puñaladas aparte, montando el vinilo, entre subir y montar, he sentido el suave cosquilleo de la nostalgia.
Hoy he vuelto a mis 14 años, hoy he vuelto al 76. Durante más o menos cinco veranos me iba con mi hermana María a Barcelona, a Girona. Vacaciones de quince días en una pensión de las Ramblas. Conciertos, tiendas de discos... Lo demás no existía.
Hoy he vuelto a recordar esa Barcelona que tanto he amado, con personas hospitalarias que estaban encantados de que tú disfrutaras con ellos.
Hoy he vuelto a disfrutar del humor de Pere Tapies o La Trinca, de la sensibilidad de Maria de Mar Bonet o Lluis Llach o Serrat o Joan Isaac. Porque si algo tuvieron esos cinco o seis años fue esa sensibilidad que percibes en los artistas, que notas en las músicas. Yo en Barcelona era feliz.
Hoy he vuelto a recorrer la Diagonal, cuando llegábamos a la pensión con los pies abiertos después de recorrer Barcelona de arriba a abajo. Hoy vuelvo a agradecer a mi hermana su generosidad por abrirme mundo.
Hoy vuelven a hablar de los catalanes como esos bichos ingratos que se quieren separtar. Algo habremos hecho mal, tal vez no les hayamos dado su sitio, tal vez no hayamos sabido comprender su arte, su entrega, su generosidad. Los juzgamos (los sojuzgamos) como interesados y son, al menos a mi me lo parecen, personas de buen corazón.