domingo, 9 de noviembre de 2014

LECCIÓN MAGISTRAL DE ANA LÍTICA SINTE SOBRE LAS ENCUENTAS DEL CIS Y LOS ANÁLISIS DEL PIS.

Medio país y cuarto, casi un 75 % según las estadísticas, está cabreada e indómita y piensa votar a ese chico tan simpático de la coleta. Y yo también. Porque PODEMOS me trae mis aires jóvenes de cuando estuve en Dijon en aquel mayo francés del 68. Ya sabéis que estuve en la universidad de Dijon como alumna excelente y fui persona destacada en todos los acontecimientos sociales que acontecieron con un juicio exacto y metódico con pinceladas de anarquismo que favorecieron el andamiaje constructivista de toda una generación. 
No sabíamos lo que queríamos pero si sabíamos lo que no queríamos. Yo quería como loca al lider de la ultra izquierda, un tal André Gogol, cuya miraba turbia me excitaba. Así que cuando bebía yo me volvía una fiera. Su melena rubia me extasiaba y me recuerda al lider de Podemos, aunque lleva coleta y es morena. Pero a mi me sigue gustando ese tipo de hombres. Mi André Gogol engordó y dejó de gustarme, como un 84% de los hombres que he conocido. 
Las encuentas del CIS es lo que me ha traido hasta aquí. Son encuentas participasivas pero en la parada del autobus noto yo en un 74% que el clima político está enrarecido. La gente tampoco sabe lo que quiere pero no quiere votar PP ni PSOE y el gran favorecido del veto de castigo es el partido en el que me he apuntado esta misma mañana. Un clérigo que acababa de colgar los hábitos e iba en calzoncillos se me ha adelantado, seguramente por ir tan ligero de ropa, y se ha llevado la solicitud 125.001. Casi gana la chochina. Yo soy la 125.002 del partido y voy a armar la de dios en cristo y más. Porque ya estamos denunciando con un panegírico que he creado y ha leido Berto en Buenafuente que el poder si es vertical y se lee de arriba abajo es una cosa. Pero si se lee vertical de abajo a arriba es otra cosa. Yo prefiero ser horizontarl pero leyéndome de abajo arriba soy el pueblo. Viva el pueblo. Viva la anarquía. No confies en nadie, solo en Pablo y en mi.