martes, 5 de abril de 2011

HUMOR Y REALIDAD. SE RESISTE CON UN CHISTE Y NO RECHISTES

Cuando la realidad es espesa se pesa el paso del tiempo y se pasa el rato amargo. Entonces el humor viene a reclamarte un espacio en tu imaginación para amortizar la espesura y aliviar la amargura.
Me he acordado de aquel explorador sediento que llega a la cabaña sucia y harapienta con suciedad por todos los rincones que es recibido por una vieja desdentada y legañosa. El olor a podredumbre en vomitivo. Nuestro explorador está sediento y la vieja le acerca un jarrillo de hojalata mohoso y abollado. Las huellas sucias se dejaban ver por toda la taza. Se atreve el buen hombre por la parte superior del asa cogiendo el jarrillo por abajo y dice la vieja riendo y escupiendo trocitos de pan y trocitos de carne por entre los dientes:
- Fíjate que gracioso. Si bebe por el mismo sitio que yo.
La conclusión es que cuando más calculas como evitar algo antes caes. Chorlito, que soy un chorlito penoso que sabiendo las cosas las aplico al revés.
También vino hoy Neruda a cantarme al oído megustascuandocallasporqueestáscomoausente.
Cuando debiendo estar callado abro la boca me tengo que aplicar el losandalucesnohamásqueescucháabriendolabocasenosvéerplumá de mi inolvidable Carlos Cano.
Bueno, pues sigue la mañana y en mi desparrame vertical de diarrea mental que olvida principios básicos de supervivencia, cometo otra estupidez. Menos mal que no le enseñé la otra. Ese también es bueno. Resulta que va un señor al cirujano y llama desde fuera a la consulta.
- Pase.
- No doctor. Me da mucha vergüenza enseñarle mi oreja y quiero que me prometa que no se va a reir.
- Mire usted, soy un profesional y ya he visto mucho en mi vida. Pase que no me reiré.
- Que no, que seguro que se ríe.
- De verdad, puede pasar.
Finalmente el paciente se decide a pasar de medio lado y el doctor quizá por la emoción o por lo inesperado rompió a reir
- Lo siento, de verdad que lo siento.
- No, si yo lo sabía. Pues ahora no le enseño la oreja grande.
Así fue y asi pasó.