viernes, 14 de enero de 2011

YO SÍ FUI TONTO, TIRANDO A MONGÓLICO.


Como sufro tremendos ardores y angustias vitales cuando realizo comentarios subjetivos, quiero narrar un suceso de carácter épico/lírico, varga la recontradicción en abundancia, que me ha ocurrido recientemente. De esta forma evito opiniones que den pie y medio en el trasero inadecuado, en este caso el mío.
1. 6 de noviembre. Compro en Media Markt un ordenador.
2. 29 de noviembre. Aparece en pantalla rayas. No son de polvo blanco ni están por fuera. Están por dentro y se lo queda el servicio técnico.
3. 12 de diciembre. Recojo el ordenador y cuando llego a casa veo una raja en la pantalla.
4. 14 de diciembre. Tras demostrar enojo recogen el ordenador, aunque avisándome que lo tendrán que chequear.
5. Del 15 de diciembre al 30 de diciembre el ordenador no da señales de vida. Que si van a mandar unas fotos, que si necesitan una confirmación de la casa... que si, que no.
6. 30 de diciembre. Afortunadamente llamo al servicio técnico de SONY y le explico la situación. Me piden mil excusas y me dicen que mandarán a recogerlo.
12 de enero. Me avisan que está el ordenador. Voy a la tienda pero hay una cola de 30 personas devolviendo artículos.
13 de enero. Parecido.
14 de enero. Recojo el ordenador.
Estos son los hechos. El servicio de SONY no ha puesto ningún impedimento y la tienda
me ha puesto mil.
No me han tratado como a un tonto. Me han tratado como a un imbécil. En los últimos tres días he visto muchos casos llamativos. Así no se puede tratar a un cliente cuando algo está recién comprado.