domingo, 14 de agosto de 2022

EL SELU. EL MUSICAL. O SELU O MUSICAL

 Llevo, como los enteraos, treinta años siguiendo al Selu con absoluta devoción. Pero cuando me regalaron, gesto que aprecio con toda mi alma, las entradas para ver el musical, me temí que aquello no iba con lo que yo disfrutaba del Selu.

Para quien llegue al Selu por primera vez, el musical puede ser un rato de distracción, hoy todo vale para un musical. Pero para los que conocemos la obra del Selu, el musical es un auténtico destrozo.

El musical es carne enlatada, música adulterada. Si la idea y la producción vino para exprimir la vaca o reventar la gallina de los huevos de oro, me parece muy mal. Me parece muy mal porque el ingenio que se esconde en localizar el tipo, pensarle una música y escribirle con cariño unos pasodobles de la categoría del Selu, no se puede comprimir de manera tan burda.

Recuerdo ver al Selu en un cine de Rota allá por el año 94 o 95 llevando tres tipos: los titis, los borrachos y creo que los ricos. Qué arte más grande, dios mío de mi alma. Qué rato más increíble y como eran capaces de transformarse y cantar, pero respetando el trabajo y el repertorio y al público. Además toda la chirigota respaldando.

Con el musical no. Con el musical van saliendo de tres o de cuatro a representar o cantar un tipo y algunas veces se pasa hasta mal. El lacio y el banquero, por ejemplo. Hay que reconocer que el Selu borda sus personajes, pero desgraciadamente no ocurre así con todos y muchas veces el escenario les queda grande. La cacareada calidad interpretativa ha quedado en duda. 

Pero esto no es una crítica, es tan solo una opinión, Ante los parabienes generales, quiero comentar que a mi no me gustó. No esperaba mucho más, pero me decepcionó que se cogieran los trocitos que alguien ha pensado que podían hacer gracia para hacer un bodrio del calibre 25.