jueves, 30 de diciembre de 2010

BRASSENS, SIEMPRE.


Tengo que reconocer que no solo he escuchado a Brassens. Hace años me dediqué a traducir sus canciones y a leer los libros que se publicaron sobre él. En concreto hay uno que me trajo Gilles (un amigo con el que iba a hacer un intercambio) donde Brassens se planteaba cada pregunta que iba a responder echándole en cara al periodista lo simple que era.
- Tú ya estás haciendo un juicio antes de preguntarme.
El juego de sus canciones les hace agradables para traducir pero ¡pobres de los atrevidos! Traducir es perder. El lenguaje no es solo una asociación de palabras. La sintaxis y la fonética juegan un papel indiscutible en las canciones de Brassens. No es lo mismo decir "Dieu veut que ma veuve s´alarme" que traducirlo.
Afirmaba Brassens que antes de poner una palabra le daba mil vueltas.

Hoy que además de leer escucho sus discos como la primera vez, solo cabe añadir VIVE BRASSENS

LEO, LEO ¡QUÉ BIEN!

Para leer se tienen que dar varias circunstancias. Y últimamente no se me daba ninguna. Ni tiempo ni libros que me interesaran.

Ha caído en mis manos este Retrato de un hombre inmaduro y, como en los viejos tiempos, me lo he leído de un tirón. Me gusta leer pero no por rutina.
De Luis Landero había leído Juegos de la Edad tardía, El mágico aprendíz y El guitarrista. Los tres me parecieron divertidos.
Pero las reflexiones continuas que hace en este retrato sobre la felicidad, el lenguaje o el trabajo y la galería de personajes que va presentando tan llenos de humor y vida me han dejado visto para sentencia: esto es escribir, amigo.

Las divagaciones continuas sobre mil cosas son brillantísimas. Gracias Luis por tan buen rato.

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: ME HAN ROBAO LA MOUNTAN BIKE

A todo hay que encontrarle el lado humano. Al Sergio Makaroff le robaron la bici e hizo esta canción que tiene su punto. A mí me han robao ya lo menos seis. Especialmente recuerdo una que me robaron en Kampeon. Me paré a hablar con Lola, mi profesora de literatura y francés. Cuando me di la vuelta descubrí que no estaba. Pero, impertérrito, seguí hablando con ella. Ahora dos de golpe.
Un consejo para quien las disfrute: el sillín de una no va muy bien y es conveniente dejar solo la barra.

UN LUSTRO CON LUSTRE

ECHAR LA VISTA ATRÁS ES BUENO A VECES (Oído por ahí)
El último quinquenio vivido... ¿QUINQUENIO? Eso suena a Lenin y el muro de Berlín cayóse y diése con el bordillo que decían los antiguos serenos cuando le daban jarabe de palo a algún borracho. Bueno, quinquenio no. Pongamos lustro.
El último lustro, 2005/2010, ha sido maravilloso. Sin saber muy bien por qué me metí en el papel de director. Papel que me resulta complicado de interpretar porque ni sé dar órdenes ni sé mandar, aunque estoy empezando a percibir que no es eso lo más importante.
Antes de dar una orden doy tantas explicaciones que el infeliz que me está escuchando sufre un shock mental de órdenes directas e inversas entre si que, por poner un simil actual, termina bloqueándose inevitablemente. Los ojos le giran a un lado y a otro y, finalmente, pregunta:
-¿Entonces qué hago?
Y lo de mandar ya es la leche condensada. Antes de pedir algo y tener que dar explicaciones (léase el párrafo anterior) prefiero hacerlo yo.
Yo no sirvo para bruja... lo hago para satisfacer a mi familia decía la bruja de Teresa y el Oso de Les Luthiers. Yo tampoco sirvo para director ni para nada, que decía el Goytisolo. Si me voy un punto más atrás, empecé la década de jefe de estudios y en ese terreno de creación, de vida y animación, me muevo con más libertad.
Pero había que darle al cole un empujón (al abismo dirán algunos) y ya lo cantaba Celaya "hay que tomar partido hasta mancharse" Yo ya había probado ese plato y no estaba interesado en repetir. Nada más llegar a la isla de El Hierro, allá por el 87, estuve de director. Nombrado sin duda por mi valia personal y ausencia de candidatos, reconozco modestia aparte que fueron años intensos pero que el colegio Tigaday organizó muchas actividades: semanas culturales, salidas, fiestas. Y llegué a la conclusión que es triste el oficio de cabrón a apaleao y que pueblo chico, infierno grande. Yo ya estaba acostumbrao al "hagas lo que hagas es igual todo lo consideran mal" de mi querido Brassens. Recuerdo mi desfile militar en el campamento de San Clemente de Sasebas en la jura de bandera que no me fusilaron allí mismo porque había testigos. Cambie el paso lo menos ocho veces: todos los puños blancos arriba menos uno y, lo que es peor, todos los puños blancos abajo menos el mío: ARRIBA.
En verdad prefiero hacer lo mío que es transmitir conocimiento y forma de ser y desde la parcela de dirección es más dificil... a no ser que ¿Como terminará esta historia? Eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa
Con todas las dificultades personales y un colegio en transición que olía a rancio y a ración me puse el disfraz de director.
Afortunadamente para mi no he tenido que ejercer porque me rodearon unas personas tan maravillosas e increibles y geniales que jamás me han preguntado "¿y tú, de que vas disfrazado? Hemos conseguido la utopía perfecta de meternos en todos los planes y proyectos, de hacer cada uno lo que tiene que hacer sin que se lo tengas que decir, personas que saben dar sin esperar nada a cambio. Dios y mi canto saben a quien nombro tanto.
Capaces somos de organizar fiestas sin saber quien las está organizando, todos y todas codo con codo. Cada año dos eventos multitudinarios, cada curso algo nuevo. Y mucho dinero recogido para cuatro causas.
Mi mayor aportación ha sido siempre bautizar el curso con una idea: Conocernos para respetarnos, Ponte en su lugar, "Música maestro, música maestra", Exprésate, "Leo, leo ¡qué bien!" "De tout un peu, de todo un poco" Algunas frases las he visto después en mensajes publicitarios, pero cuando salieron eran nuevas.
Termina un lustro con lustre y empieza uno nuevo para el que no me faltan ideas. Las ideas me llueven. Pero, siempre hay un pero, las ideas tienen que salir de cabezas diferentes porque de lo contrario terminan pareciendo siempre las mismas. Hay que dar paso a personas con nuevas inquietudes.
Tampoco me gusta preguntarme diariamente ¿que es lo que pasa? porque desde arriba obstruyen. Que es lo que pasa... Ay la imaginación. Qué dificil, que difícil... Y luego viene el cansancio... Y te aburren las ideas... No quiero estar más atado a los que nadan y guardan la ropa... Si os fils de puta volasen nunca veríamos el sol
- Quillo, ¿esa última no era del Quico Pi de la Serra?
- Tú calla, tonto, a ver si cuela. No ves que viene de puta madre pá lo que está diciendo ese hombre.