UN RECUERDO EN ALFACAR PARA LANZAROTE Y LA GRACIOSA

 El mundo es un buñuelo, que diría mi primo, El Entendío.

BARCO A UN NUEVO MUNDO

MIS ENANOS

 Pero no le guardo rencor, sé que me ha puesto a caer de un burro pero la envidia es muy mala. Decidí desconectarme en estas vacaciones y casi lo he conseguido. Trabajo en la parcela y buenos ratos con los míos. Precisamente en Alfacar quedamos para  comer los cinco, parezco Enid Blinton LOS CINCO EN ALFACAR, en el asador ALMAFUERTE. Extraordinaria la atención de la señora argentina, siempre atenta y dispuesta a alguna modificación. De entrante nos puso unas papas arrugás y todos dijimos, bueno, todos menos el pequeño que ya tenía una papa en la boca:
-¡Qué bien, papas arrugas! Y mojo rojo. ¿Sois canarios?
- No, yo soy argentina, pero estuvimos unos años en Canarias.
- ¡En Canarias!¡Cómo nosotros!¿Y dónde?
- En Lanzarote.
-¡Cómo nosotros! Bueno, nosotros en La Graciosa aunque yo viví un año en Playa Honda.
- ¡Qué casualidad! Nosotros vivíamos en Playa Honda y mi marido, que es médico, hacía sustituciones en la Graciosa.

JOSE Y YO

Pues eso, casualidades de la vida y además dos parrilladas riquísimas que nos comimos. Al volver a casa me fui a mi estudio y comencé a escanear recuerdos. Me encontré en el barco que nos llevó a la Graciosa cargado de naranjas y papas arrugás. Con tan solo 22 años empezaba mi vida laboral. Jose me llevaba quince años pero al final terminamos llevándonos bien. Gallego duro que se hacía a todo. Era el año 84

ALGUNOS AÑOS DESPUÉS

Pasaron los años pero con la dicha de tener unos pequeños preciosos. Nos vinimos a Cádiz y con dos  o tres niños seguíamos viajando y conociendo mundo porque en viajar está el conocer.
Me alegro mucho de haber comido en ALMAFUERTE y de haberos conocido. Me alegro mucho de haber estado estas vacaciones tan cerca de personas tan queridas. Me alegro mucho de cumplir 25 años que pasamos por el altar y que me parezca que fue ayer porque todos los días han sido maravillosos. Bueno, todos no. Menos aquel que te enfadaste porque me manché la camisa de salsa brava.