jueves, 13 de agosto de 2009

MARRUECOS: IMPRESIONISMO, "ESPRESIONISMO" Y "MÁSDELOMISMO"

Hace ahora 30 años estuve en Marruecos y del 5 al 12 de agosto de este año he repetido.
Marruecos tiene una imagen interior impresionista.

Marruecos es la medina. Es el zoco. Es el exotismo. Es lo diferente. Es ver a una persona en bicicleta con una mesa grande en la cabeza. Marruecos es la magia del desierto. Marruecos es el paraíso de las alfombras y la vida tranquila.

Marruecos desde dentro es un país sentado. Los occidentales descubren la tranquilidad cuando llegan a Marruecos. Todo parece amable, todo parece genuino.

Algunas veces la primera impresión no es la que vale. Detrás de la primera impresión está la ES PRESIÓN. Detrás del "amigo, amigo" está el interés. Si detrás de la insistencia para que compres no lo haces te pueden gritar un malhumorado WELCOME TO MARROCK, con golpes de pecho incluidos. Puedes escuchar algo tan gráfico como:
- ¿Vosotros me consideráis buena persona? Pues entonces dadme 100 dirhan.
El tráfico es caótico, los pasos de cebras peligrosísimos, burros, bicicletas, motos, coches y camiones revueltos, policias en los puntos más insospechados parando al que menos tienen que parar. En los zocos y medinas una miseria profunda e inimaginable.


En Fez visitamos la Medina con un guía que nos llevó a los hornos de cerámica y pudimos comprobar el humo y el trabajo de niños de ocho o diez años. En los talleres de alfombra el famoso té, las mil alfombras bereberes, cada una una historia, y la zona de pieles. Todo muy curioso, todo muy curioso y presionante.
De Fez a Marrakech en tren. Con una buena dosis de ingenuidad preguntamos si los trenes estaban climatizados y nos aseguraron que oui. Pocas veces lo he pasado tan mal. Hace treinta años he recorrido España de norte a sur y de este a oeste en esos mismos trenes. ¡¡Siguen siendo los mismos!! Atravesar Marruecos de 11 de la mañana a 6 de la tarde es un infiennnno inolvidable. Para volver salimos a las nueve y en primera pero a las dos de la tarde ya no había aire. Así que lo que dice Maná de vivir sin aire es una metáfora. Se vive fatal y más si tienes gastroenteritis y el baño es la pocilga más inimaginable que pensarse pueda. Eso sí, merece la pena que un guía te guiñe un ojo y seguirle el juego y sacar un precio lógico.

En Marrakech fuímos a la plaza, fuímos a la plaza, fuímos a la plaza y fuímos a la plaza. Nos tomamos los famosos zumos y comimos. El precio está tirado pero es todo excesivamente parecido. El tercer día hicimos la excursión a las cascadas del Valle de l´Ourika y la excursión fue muy divertida.

Después de treinta años he notado que falta evolución, que hay demasiado deseo a imitar lo occidental, el McDonald estaba hasta arriba, que faltan supermercados, que la libertad nos hace personas y que falta libertad.
El "DIOS-PATRIA-REY" inculcado a sangre y fuego facilita una sociedad inmovilista con muy pocos cambios. Los cambios no interesan a los que tienen unos privilegios exagerados. La Medina sigue siendo la Medina de hace 30 años o quizás de hace mil años.
Marruecos es muy hermoso pero sigue anclado en valores de tradición y fanatismo que interesan, como siempre, a los de siempre.