lunes, 16 de mayo de 2011

REACCIONA: DE LA INDIGNACIÓN A... LO DE SIEMPRE.


Si alguien leyó hace poco una entrada que decía REACCIONA: DE LA INDIGNACIÓN A LA ACCIÓN y lee este titular pensará aquello que je n´ai pas de la suite dans les idées, que cantaba Brassens.
Pero la verdad es que esperaba más de este movimiento. Me gustó la idea de los ANONIMUS: Nadie protagonista. Y la manifestación de ayer entre la fiesta y la bronca me recordó REBELIÓN EN LA GRANJA: ya estamos en lo de siempre. Es decir, en cuanto unas fichas se mueven con libertad aparece, como en los juegos de ordenador o el 4 en línea, un sistema que todo lo traga. Hace un mes me supuso la palabra REACCIONA un tilín llamativo. Hoy ya la he escuchado cuatro veces en seguros, anuncios y panfletos. Posiblemente mañana será el nombre de una bebida gaseosa que favorezca el eructo. Los líderes del movimiento se pelearán por la patente.
No quiero ser negativo pero, siempre hay un pero, no me gustan las mayorias folclóricas que huelen el poder mediático de todo lo que le rodea. El sistema es así de cruel. Es como el aspersor del dentista. Puedes tener un poco de baba pero al momentin fffffffffffff, te la chupa, con perdón. O sin él. Ya pronto también se confundirá en las tiendas de discos el Raya Real con Democracia Real, sevillanas del 78. Mucho ojo, compañeros y compañeras, en que todo se convierta en puro marketing.
Hoy me he acordado mucho de una canción de Lluis Llach que se llama NO ES AIXO (NO ES ESO). En el vídeo la interpretación es de cada cual pero la situación fue la de una reunión de la que salió muy cabreado el Lluis por lo difícil que resulta ponerse de acuerdo y el grado de protagonismo de cada uno.

¿Y tú, imbécil, que haces si nada te parece bien?" me demandarán los más ansiosos por recibir respuestas múltiples a las que acogerse.
Pues te lo voy a decir, aunque lo de imbécil me ha parecido descortés por tu parte. Yo creo que la auténtica revuelta vendría desde dentro de cada uno aumentando saber y cultura. No es una utopía. Es pura química. Los iones positivos formarían un espacio que aniquilarían al aprovechado, al vividor, al capullo de turno. Paralelamente la sonrisa media iría aumentando a la sonrisa alta y la alegría se contagiaría gracias al esfuerzo de todos pero cada uno de nosotros. No podemos formar una sociedad amable desde la exigencia, desde el quiero todo y el derecho universal. Poner un poco de nosotros mismos para que el más nueces y menos ruido sea una realidad.