lunes, 1 de noviembre de 2010

DE LO QUE SOY Y DE LO QUE FUI

La felicidad me ha perseguido todo este fin de semana. Los viejos vinilos de Carlos Cano, Joaquín Día, Luis Pastor, Paco Ibáñez, Georges Brassens, Silvio, Aute y Pablo Milanés han ocupado un lugar de honor en mi estantería.
El segundo bajo de mi casa es lo que siempre había soñado: un lugar de música. En él la voz de Leo Férre, Lluis Llach o Zitarrosa abarcan con poderío el espacio. Es maravilloso tener canciones que por una cosa o por otra no escuchaba o no había podido escuchar y disfrutarlas en toda su intensidad.

Por ejemplo.

FORMA DE SER: EL MASMASMASTICOSO

Masticoso es polisílaba. Como mantecado. El mantecado se mastica en navidad pero no solo el 25 de diciembre es Natividad.
Ese mantecado de almendras que masticas y no se acaba nunca. Así es la vida del masticoso: todo lo que hace pasa por su cerebro 29 veces como los bocados que recomendaba el marqués de Coubertain con respecto a la masticación. Que asco.
No me gusta la comida rápida pero odio con toda mi alma a la gente que le dan mil vueltas a las cosas; cuando hacen esto podrían haber hecho aquello, cuando a podría haber sido b y cuando h podría ser p. H de P.
En resumidas cuentas, el masticoso amarga la vida de los que tiene alrededor. Es como jugar una partida de cartas donde los jugadores paran continuamente para decir: un momento, me hubiera convenido más esta jugada.
La vida es un mirar hacia delante continuo. Sacar pecho y gritar a los 4 vientos: a lo hecho, pecho. Pero no, los avestruces caguetas que meten la cabeza en la tierra para no enfrentarse a la realidad, cuando salen dicen:
¡¡¡Es que yo no me había enterao!!!.
Pues que te den por culo.