miércoles, 18 de noviembre de 2015

18

El 18 es un número complicado. Es múltiplo de 3 y de 9 también. Parece que es uno de esos números que siempre aparece. Tengo mi calendario vital marcado de 18.
Hace dos años, un 18 de noviembre, moría mi padre. La muerte te marca más que el hierro con el que se marca las ganaderías. La muerte de alguien muy querido es como cuando un picador te desangra. Son 730 días y casi que los maldigo todos desde que mi padre no está a mi lado. No era mi razón para vivir pero sí alguien muy importante cuya ausencia me ha dejado desmotivado, deprimido, angustiado.
El recuerdo es lo que perdura pero lamentablemente no nos hace más cuerdos, nos hace débiles y necesitados. 
Curro, allá donde estés, te quiero.