jueves, 9 de junio de 2011

EL ENTENDIO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERROR SOBRE LA FELICIDAD

Aprovecho que mi primo está trabajando como una mula vieja en documentos inutiles que nadie leerá para hacer un ensayo y error de los que tanto éxito tienen pues aunque este huevón diga que soy vulgar, soy la voz del pueblo.
Al ponerme a escribir me ha dado un cosquilleo de felicidad y me he dao cuenta de que la felicidad está muy unida a la novedad, como lo opuesto a la rutina. La felicidad es ese olor a nuevo, a virgencita que no me queda como estoy, que me venga algo mejón.
En verdad hay mucho de verdad en eso de que no es más feliz el que més tiene sino el que menos necesita, pero ya mi primo que es un listillo ha descubierto que me gustan mucho las frases hechas y ya no las voy a utilizar, porque no hay nada nuevo bajo el sol.
Me encanta una frase que tiene Sartre sobre la felicidad... pero no la voy a poner. Que se joda mi primo, que es el más primo de los dos.
Lo que yo he visto en mi delatada experiencia, o tal vez dilatada porque creo que no le he contado nunca, la felicidad está muy relacionada con el corazón y el corazón late muchas veces por minutos. La felicidad no puede ser una lata de tomate, que el corazón late así, la felicidad no puede ser tan impulsiva.
La felicidad tiene que estar más ligada a la razón y resolverse con una fórmula matemática y lógica. Eso al menos es lo que pienso yo los dias que pienso. Cuando me veo con mi Segismunda y la veo como una vaca, no me importa, porque yo me veo hecho un toro. Bueno, esto no me ha quedao mú bien. Pero es mú grafico.
Sobre la felicidad tó el mundo escribe y escribe mucha tontería. Eso de que no hay que moverse pá ser feliz es angustioso. Es felicidad animal. Con ese planteamiento el mundo no hubiera evolucionado ná de ná.
Y tú te vas, que seas feliz. Eso decía el transistor de mis tiempos, así que me voy en busca de la felicidad.

ÉCHAME UNA MANO PRIMO.

Mi primo habla de todo pero no entiende de nada. Sin embargo tiene esa facultad de llamar a las cosas por su nombre. Y es que las cosas pueden tener muchos nombres.
Mi primo es ese entrenador que todos llevamos dentro, ese diccionario de bolsillo, ese refrán en la boca, ese tópico frecuente. Sus entradas serán las del ENTENDIO.

Nos llevamos solo dos años y como cada final de curso ando un poco más atareado de la cuenta, le he dado lo oportunidad de expresarse con toda su firmeza habitual que algunos llamamos vulgaridad.
Échame una mano, primo y no me eches a mi la culpa de lo que pase.