domingo, 1 de abril de 2012

EL ENTENDÍO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DE LA PROCESIÓN Y DEL TIRÓN POPULÁ QUE TIENE Y DEL TIRÓN CA MI MA DAO.

Encamao. Reposo total má mandao el médico por el tirón ciático que ma dao cargando a nuestro Nazareno.
Pero hoy no puedo seguí que el doló es tremebundo.
Ay, ay, ay. Hoy no me puedo levantá, que cantaban los del Río. 
La verdad es que hasta en vacaciones nos ponemos unas obligaciones que manda huevos, por no decí cojones que sería rima resonante.
Llegaba yo con ganas de relajarme al pueblo después de unos días de mucha protesta y los ánimos mu crispaos y lo primero que me dicen es que a las ocho hay que limpiá la iglesia y levantá al Cristo, ponerle las andas y montar el paso. Y tó eso lo tenemos que hacé con 420 años los seis que estamos allí, porque los jóvenes llegan el jueves con sus manitas limpias y a disfrutáaa, que decían en er Precio Justo.
Por el otro lao mi Segis diciéndome lo que tengo que hacé en la casa, comprobá la cardera, sacá los chorizos, acompañarla a la compra. Y en los pueblos no hay Maradonas que allí hay de tó. En er pueblo tienes que ir a la carnicería por el cordero, a la pescadería por el bacalao, a la panadería por el pan de torrija y a la tienda en generá por la cerveza.
Tú dejas a tú mujé en la calle las tiendas y te vas tomando una cervecilla aquí, otra allá y cuando ya vas por la quinta no hace farta que tu mujé haga torrija porque la torrija la tienes tú.
Que si la cajita de galleta por si vienen los vecinos, la limonada, y mil cosas más. Te dejas los cuartos y cinco horas comprando o esperando. Que no creas tú que esperá no cansa.
Un momentín que han venío a pincharme los nervios asiáticos pá curarme estos dolores y dicen que no esté sentao, que camine un poquitillo. Qué descontró. Por la mañana me dicen una cosa y al otro día la contraria.
Y eso pá que te fíes de lo que te dicen. Así estoy yo ahora por seguí unas tradiciones de narices. Encima que levanto ar Cristo, me manda su padre un castigo. Pó el año que viene se levanta solo. Y ahora me voy que como empiece a blasfemear se va a enfadá er cura. Luego sigo.
Lo siento hijo si me has esperao mucho, pero es que han venío a visitarme el Casiano y señora. Otro día te hablo de las visitas, que son como un doló de oreja y más cuando estás enfermo y no tienes ganas de ná. Tú por cortesía le ofreces unas galletillas y una copita y ellos por cortesía no se quieren ir nunca. Un doló de oreja, te lo juro. 
Con tanta visita me sa ido el santo al cielo y será por eso que me san quitao las ganas de mandá tó los santos al infierno. Porque hoy estoy cabreadísimo con tó lo que es tradición, religión y convencionalismo. Hoy estoy que me subo por las paredes hasta con mi asiática. Tal vez he llegaó a esa edad en que estoy como la gata Flora, que si se la meten grita y se se la sacan llora. 
Hoy no encuentro sentido en nada. Odio las vacaciones para descansar en la que no descansas. Odio las procesiones con tanta procesión por dentro. Hoy tengo un coraje encima que no me puedo mové, a lo mejó es por la asiática.
En fin, que estoy que me sargo de mis casillas. Ya seguiré cuando tenga ganas, que hoy estoy revenio.

MIS RECUERDOS DE ALEMANIA.


Hace unos años, cinco o seis,  estuve por Alemania pero en estos dos días  he recuperado las fotos. Un ordenador antiguo es una caja de sorpresas. Un sombrero de un mago. Estar en Granada es revivir. Granada es vivir con lo vivido.
Granada y Alemania unidas por fin.
Pero tengo una llamada de mi primo... luego sigo...
Pues eso, que recuerdos. Que recuerdos de mi primo.
Y eso. ¡Qué recuerdos!
El avión nos dejó en Frankfurt Hann y un coche de alquiler nos esperaba para hacer un tour de catorce días. La verdad que un viaje de dos semanas tiene cuatro de más porque al final todo se le parece.
De Frankfurt a Colonia. Preciosa ciudad. Los recorridos estaban pensados para cambiar cada dos días. Luego fuimos a Bremen que me pareció maravillosa. 
Todas las ciudades eran muy coquetas. Especialmente Wurzburg y Friburgo. Las ciudades del este eran diferentes. Me gustaron pero olían a soviet supremo. Dresden o Potsdan. Berlín no, Berlín era cosmopolita y enorme. Libre. 
Mi visión de los alemanes cambió completamente: me parecieron abiertos y simpáticos. La calidad de vida impresionante. 
Tengo que volver. Munich no lo disfruté como hubiera querido.
 Alemania es mucho más de lo que imaginaba.
Los paisajes por la Selva Negra son preciosos. La gastronomía me gustó especialmente.