Conocí en los años 80 a varios cantautores nóveles que, estaba convencido, triunfarían en el mundo de la canción. Los programas de Radio Nacional de España los dieron un poco a conocer. Estoy hablando de Javier Batanero, Raúl Alcóver y Juan Antonio Muriel, que dio a conocer la canción Princesa de él y Sabina. Pasan los años y como eran personas de gran capacidad han seguido haciendo cosas muy interesantes.
Como todo cambia y nada permanece, hoy todo el mundo le da la espalda a los cantautores. Tendrán que esperar tiempos mejores.
miércoles, 17 de octubre de 2012
CHAQUE JOUR UNE CHANSON: CUPIDO, BRASSENS Y LA ROMÁNTICA BANDA LOCAL
Hoy he terminado de montar el último vídeo de un disco de Brassens que en su momento no me gustó nada pero que he ido queriendo poco a poco. Tengo una canción más montada pero que dejo para el 29 de octubre por aquello de los 31 años de su muerte. La última canción del disco está dedicada a Cupido y esos días en que hasta un dios se vuelve loco. Creo que una traducción menos literal pero más exacta sería aquello de "me importa un huevo" expresión más suave que je m´en fiche que viene a ser como "me importa un carajo"
Las expresiones van con los tiempos y echo de menos ... en todo este tiempo... y tu forma de caminar, jo, el Pablito que me tiene el coco abducido, iba diciendo que echo de menos la sutileza. Me acordaba al montar el vídeo por aquello de que nunca me ha convencido demasiado el jazz de la Romántica Banda Local cuando cantaba aquello de No me gusta el rock, que me den música country.
Recuerdo oírme cantar muchas tardes aquel pan con membrillo y café.
Desde la portada a los arreglos todo estaba muy cuidado. Otra canción se llamaba "Que alegría sentí la primera vez que me quité la faja"
O aquella otra que decía que los borrachos somos gente inquebrantables. Humor, ironía y una cerveza se entremezclaban y conseguían un sonido magnífico y, al cabo de los años, unos recuerdos imborrables. Me estaré haciendo viejo.
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