miércoles, 2 de mayo de 2012

EL ENTENDÍO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DE LOS POBLEMAS DE SALUD QUE PROBOCA LA ALIMENTACIÓN ALTAMENTE EXAGERADA

Esta mañana ma dicho er médico lo mismito que al Lute: Camina o revienta. 
Cada persona is different, he pensao yo en mi inglés coloniá de las dos veces que he estaó en Gibrartá. Al pasarlo a nuestro idioma me he hecho la picha un lío que ya sabes aquello que no es bueno mezcla churras con mininas y he pensao pá mi:
- Cá uno es cá uno y cada mundo es una persona. A tó esto me encuentro como un dejá vu, curtura de mis tiempos franceses, con un hombre levantando los brazos en plan entendío, diciendo "Cada mundo es, cada persona es un mundo... " Carsualidades de la vida. Era un bar de la calle Porvera que he venío hoy a Jeré a vé ar galeno. Ma quitao de tó: ni queso ni carnes rojas, ni durce ni salao. Y pá cormo ma quitao noventa euros porque la Segis me ve mú desmejorao desde la asiática de semana santa. Me dice que me sobra peso y ma traío a un nutriaccionista que tiene acciones en una piscifactoria.
Yo voy a está sin bebé y sin materia grasa dos días, pero ar tercé día: rezucitó, curtura de mis tiempos eclesiástico cuando tocaba la campana en er pueblo.
Si en tres días no estoy como la dieta Dúrcal se va a enterá Junior, que es quien tiene los beneficios.
En cuanto sargan los resurtados de la Ana Lítica te prometo tenerte informao. La orina bien, seguro, que estaba clarita. Lo malo ha sío meté er churro en er tarrito de los efinteres. Pero bueno, no quiero ser escartológico que es tarde. La salu es lo primero y tengo que cuidarme. 
A dormí.

AQUEL Y ESTE MAYO FRANCÉS: ¡SI BRASSENS LEVANTARA LA CABEZA!


No extrañéis dulces amigos que esté mi frente arrugada, también podría decir o cantar hoy Georges Brassens. Sus sabios ojos expresan la melancolía de una Francia que ha perdido mucho encanto. Si la vida de Georges Brassens es un ejemplo de lucha y resistencia, de honestidad y humildad, la nueva cultura francesa no es más que la suma de unos personajillos que se aprovechan hasta de sus canciones. Trepadores y trepadoras que aman el vivir bien, que tienen recetas antiguas para no resolver problemas actuales, que miran a los vecinos para asustar al personal. Francia ya no es lo que era. Aquel mayo del 68 reivindicativo es hoy una lamentable imagen de cultura que tiende a lo anglosajón.
La Francia de la ultraderecha burguesa no es el espítitu de Georges Brassens. La Francia aburguesada ha perdido el humor y  la autocrítica y vive nerviosa mirando de soslayo a la gente del sur. Conservadores ante la falta de creatividad se reflejan en el pseudoencanto de lo que fue y ya no es.
Hoy es mayo. Un nuevo aire sin mequetrefes hace falta.
Y tal vez no diga más que disparates mais... je suis de la mauvaise herbe, braves gens, braves gens