sábado, 18 de enero de 2014

EL ENTENDÍO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ SOBRE LA VIDA, LA BARRIGA Y LALO PECIA EN ESTA MUNDO CRUÉ QUE NOS VA PONIENDO CADA DÍA PEÓ

Hoy estamos en la peña de capa caía. Será el mal tiempo o los gatillazos que nos pega la vida en esa cúpula diaria de la felicidá y la pena. Enero es un mes cuesta arriba. Lo típico de la vida es lo ilógico pá hacerla más entretenía, pues en enero se cumple. Tendríamos que empezá un año nuevo con energía y lo empezamos hartos de comidas, turrones, bebidas y buenas intenciones que se quedan en agua de borrajas, que es esa hierba que se echa al agua y no vale pá ná. Pó lo mismo enero. Mapunto ar gimnasio que estoy más fofo, miliki y fofito que el año pasao. Pá ná. El escuatro de la vida diaria te lleva a tomarte las mismas latas de cerveza y a recuperá en poco lo que habías perdío. No hay dieta sana, hay vida marsana. Cuando ya estábamo metío en conversación ha contao er Casiano ese chiste de uno que va ar médico y le dice:
ER CASIANO Y LAS AZBERCIDADES
DE LA VIDA
- Doctó, me veo más feo y más gordo. ¿Qué tengo?
- Razón.
En una palabra se resume er devení del ser humano. Razón. Vamos pá bajo. Ya tó los de la peña llevamos boina y tirantes. Lo de más barriga y menos pelo se suma a otras cosas que ya ves caé. 
Dice er Jesú que los cambios de lo que comemos sestá cargando tó. Porque er tío tiene un pelo como el estropajo desparto y sus hijos están ya como bolas.
- ¿No dicen que Lalo pecia es genético?
- A lo mejón no son hijos tuyos, sino der cura que venía ar pueblo aquel año, la dicho er Juanjo pero de broma. Y tós hemos empezao a reírnos, bueno, tós menos uno.
Y ya pá haoga las penas nos hemos tomaos tres botellas de valdepeñitas y hemos contao chistes de esos que llaman verdes pero que son más bien coloraos porque ar Casiano se le pone la cara como un tomate.
Le pregunta uno a su amigo.
-¿Tú mujé que tal en la cama?
- Pó la verdá que estoy hecho un lío. El del tercero me dice que es mú buena, el del cuarto que regulá.
Y nos reímos un rato.
- Señor cura, ¿en la iglesia apartan a las mujeres del mal?
- Sí hijo.
- Pues apárteme dos para el sábado por la noche.
Y así hemos estado hasta la hora de comer



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