sábado, 18 de enero de 2014

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: QUINCE MINUTOS DE LUIS EDUARDO AUTE


Hoy me he levantado cantando estos quince minutos... perdón, perdón, que dice Aute cinco. 
Y es que estoy obsesionado. No poderme pasar en mis vídeos de quince minutos me está transformando. Como en quince minutos porque imagino que viene una mano y me quita el plato, quince minutos, quince y no más.
Los actos amorosos son igualmente breves. Vamos, vamos, me exijo a mi mismo. Quince minutos, quince y no más.
Todo lo que hago está marcado por esos quince minutos que me están volviendo loco. Me perderé casi todos los popurrises, qué me dices. Y tal vez algún cuplé. Público, por Dios, no aplaudáis demasiado.
Desde que un día, hace un año ya, me penalizaron con quince minutos, no soy el mismo. Le exijo al de la prensa que con el periódico me dé la revista Quince Minutos. He escrito una carta a Aute para que cambie el título de esa canción. Y para colmo he vuelto a montar el vídeo de Leo refundiéndolo en quince minutos solo con las cuatro canciones que más me gustan... Y el 15:00 que aparece en la esquina derecha de arte.

Bueno, mirándolo bien aplicaremos la frase de Gracián de lo bueno si breve. Porque es cierto también que alargar las cosas puede provocar cansancio. Ya estoy yo como los cínicos dándole la vuelta a los argumentos... Vale. Es cinismo pero es cierto. Dice el Carmelo de Cai que él no quiere que un polvo dure eternamente como nos lavan el coco en el cine porno. Y digo nos lavan porque el polvo no acaba nunca. La chica pá animar echa gemiditos por la boca pero yo me la imagino haciéndose las uñas, secándose la cabeza, pintándose las uñas de los pies y todo eso mientras el toro de detrás con el rabo hinchado por alguna picadura de avispa se desbarata pá correrse de una puta vez. Tarea difícil para un rabo acorchado.
O las fiestas. Hasta que te lo pasas bien está bien estar. ¿Pero alargarla pá contar al día siguiente estuvimos hasta las siete? Recuerdo a una compañera que decía que un día al año se quedaban hasta de amanecida obligatoriamente charlando.
- ¿Y si no tienes nada qué decir?
-  Pues comes rosca (palomitas).
- Pó vaya tontería, con lo bien que se está en la cama. Y dejó de hablarme.
VALEEEEE. ME HE CONVENCIDO.
 visto lo visto, de yu pá tu, en un canal irá el disco completo y en otro la selección. Sin más traumas.

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