domingo, 18 de agosto de 2013

LOS INGLESES ATRACAN EN ROTA.

La guasa que tiene el verbo. Se ve que el verbo se hizo carne y los ingleses han puesto toda la carne en Yibrartá. El barco atraca y el ladrón atraca. Aquí vamos de atracón en atracón. 
Por culpa de los ingleses me he enfadao con mi parienta. Me dijo que arreglara el tornillo del somier pero yo me he negado a coger una llave inglesa en solidaridad. Justo anoche, sábado sabadete, los movimientos propios de una pareja brava, provocan un temblor inversamente proporcional al temblor que me producen a mi las maniobras en la oscuridad de los Ian Guahson estos. Pero la cama cayó y yo también. Tendría que haberla apretado con uñas y dientes, como prometo defender mi patria, no volver a Inglaterra y no usar más la llave inglesa. Tampoco tomaré te a las cinco de la tarde ni ginebra a las nueve. 
Inglesitos, os habéis equivoquido. Y como protesta Ian Guahson no volverá a escribir nunca más en estas páginas. Si por escribir entendemos las mamarrachadas esas. Una vez más Rota Oriental, Spain. Cada día os quiero más, atracadores.

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