- ¡Hombre, si es bajito y se deja! contestó María Dolores, que tiene la gracia española escondida en alguna parte.
Ayer cuando leí que se comparaba el escrache, fruto de la impotencia y la rabia que genera que tú lo pierdes todo frente a la impunidad de algunos, me sofoqué. Pero luego me dije: esto es una técnica disuasoria. Leí los comentarios sabios de la gente y deduzco que esto es como cuando te duele mucho una muela y te pegas un martillazo en el dedo para olvidarte del dolor de muela. Nos queda tanto por ver y escuchar y fue tan gorda la metedura de pata en diferido, tan triste a la vez, que ha decidido salir a la superficie matando al burro o con una burrada.
En la comparación los términos se tienen que identificar. Los humillados fueron los judíos. Los humillados son los que mandan fuera de su casa. Como en Santa María de Iquique lo único que te queda es la dignidad. Menos mal que existen los que no tienen nada que perder, canción de Silvio que cantaba Viglietti. A estas alturas no estoy tan seguro.
Hablando de comparaciones a mi esta señora me pareció a las antiguas damas de beneficiencia cuando decían "¿pero qué más quieren estos hambrientos?"
A mi me recuerdan las personas que pierden su trabajo, su casa, su hipoteca, su ilusión por vivir a un condenado injustamente que escribe en la prisión inmerecida de su propia alma las iniciales de quién le llevo a su tormentosa situación.
¡Pero que infierno se vuelven cuando el pan se están jugando! decían en Iquique. Pues aquí parecido.
Los que se creen una raza superior que no enteran de nada son los políticos que todo lo convierten en su propio beneficio. Damas de beneficiencia, hay que ser buena pero con prudencia, que cantaba la Nacha. Un punto del derecho y un punto del Pepe, un punto para la Virgen y un punto para José. El Pepe aquí es el revés. El revés que reciben muchas personas angustiadas.
No se confunda, señora. Los que señalan la miseria, la humillación y el dolor no son los que usted señala.
Muy bien el reportaje del periódico, muy bien el sentido común de la gente y suspenso en Lengua Castellana por no distinguir los términos de la comparación ni discernir elementos metafóricos reales en lo que le rodea a la secretaria, secretaria, que escucha, escribe y calla, que al menos en la canción de Mocedades se callaba. No estaría de más que estuviera otra mes calladita que a todos nos gusta cuando callas porque estás como ausente.
(Merece la pena darle a los enlaces y escuchar las canciones)
El comienzo de estos escraches lo explica el periódico EL PAÍS.
COMENTARIOS:
EL MUNDO AL REVÉS. O sea, que ahora la señora Cospedal y su panda son los pobres judíos indefensos, perseguidos por unos nazis muy malos, los desahuciados. Está claro que a la política no llega la gente más inteligente sino la que menos escrúpulo tiene. Por lo menos podía haberse inventado algo más inteligente.
DOMINIO DEL LENGUAJE:
El patrón morfosintáctico
No hay comentarios:
Publicar un comentario