miércoles, 12 de diciembre de 2012

JOAQUIN SABINA

Mi muy querido y criticado Joaquín.
La vida es una moneda. Unas veces sale cara y otras está un poco rebajada.
No hablo de Joaquín todo lo que debería pero ha tenido mucho que ver en mis gustos musicales y, además tengo todos sus discos. Lo único que me da coraje, y bastante, es que escribe para vender en muchas ocasiones o completa los discos con canciones de estilo determinado. Sus discos no responden a un momento de inspiración, sino más bien a un laboratorio de música y a veces de mala música. 
Lo conocí porque iba con Javier Krahe y Alberto Pérez hace ya muchos años. De los cuatro de La Mandrágora era el que yo creía que iba a caer antes. 
Pero si algo tiene Joaquín es astucia y se dio cuenta que con discos como INVENTARIO no iba a inventar nada. De su segundo disco, MALAS COMPAÑÍAS, me gustó sobre todo Gulliver y también me gustó del segundo disco POR EL TÚNEL o NEGRA NOCHE. Fatal el Teleespañolito y chorradas que siempre mete.


JUEZ Y PARTE es mi disco preferido. Casi todas las canciones me muestran un Sabina directo y sincero. 

Después vino la fama y el reconocimiento. El Hotel, dulce Hotel o Física y Química. Conciertos multitudinarios. Y prácticamente no hizo nada interesante hasta ESTA BOCA ES MÍA donde volvía a aparecer el Sabina más íntimo.


Tiene imágenes y frases preciosas y es raro el día que no canto algo de Sabina en el cuarto de baño. Se rodeó muy bien y muy mal. En este último caso lo rodearon. Estuvo más allá que pacá y es lógico que esté tan de vuelta de todo.
En fin, para quererlo y para odiarlo, nos sobran los motivos.

Después de tanto Sabina no está de más desengrasar un poquillo con canciones extraordinarias, como estas de LA MODE

No hay comentarios: