domingo, 11 de noviembre de 2012

LAS CUARTETAS DE MIGUEL AGUJETAS: DE COMO PINTAR EN EL CIELO SIN DESPEGAR LOS PIES DEL SUELO.

Miguel Agujetas no logra sacar su familia adelante solo con sus versos. Miguel Agujetas tiene que echar chapú tras chapú. Un chapú es un trabajo temporal de carácter intemporal y mientras se dedica a una labor manual la mente de Miguel Agujetas vuela en el tiempo... bueno, mientras solo vuele la mente. Su último chapú es a cinco metros de altura pintando un techo y Miguel no hace más que pensar en su tocayo Miguel Ángel Bunerrotti, pintor renacentista que pintó un hermoso fresco en la capilla Sixtina. ¿Cómo pudo pintar con tan pocos medios semejante obra de arte si a Miguel Agujetas le agota pintar un simple techo? 
Estas y otras cuestiones se hace hoy Miguel Agujetas en unos versos del alma que merecen la pena leer. Siempre es preferible leer que pintar.   JUAN DE LA LATA.
 1.No hay cosa más pesada
que hacer un chapú.
Yo prefiero cantar versos,
no sé lo que piensas tú.
2. Subido en el andamio
y pintando el techo
EL FRESCO DE MIGUEL AGUJETAS
te das cuenta qué grande es lo que el hombre ha hecho.
3. Pintando un trozo pequeño
te preguntas sin inquina
como pudo ese hombre
pinta la Capilla Sixtina.
4. Con lo difíci que es
pintá a esas alturas,
y con lo complicao que es
aguantá a obispos y curas.
5. Con lo duro que es
dibujá cosas allí arriba, 
las pinturas, las brochas,
el color, la perspectiva...
6. Increíble que aún perdure,
que forma de dejar su sello.
Si yo no llevo ni dos horas
y no veas el dolor de cuello.
7. Voy a seguir con el techo
que no lo tengo todo hecho.






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