Ya caía la tarde y para olvidar las penas del estado de la nación me había perdido un rato. Justo después de aparcar me encuentro un inesperado espectáculo de tango argentino en la Plaza de la Asunción.
Argentina me chifla. Me gusta su música, su acento. El hilo conductor lo llevaba Alfredo y cantaba Martín. Todas las canciones llevaban coreografías muy acertadas. Mi historia con el tango es cortita, pero de los que cantó Martín me sabía muy bien estos:
CAMBALACHE, Lo escuché en la voz de Carlos Montero. Además de simpático, sigue vigente. Habría que hacerle un apéndice de siglo XXI, cambalache, problemático y febril
GARGANTA CON ARENA. Conocí a Roberto Goyeneche gracias al disco de Diego El Cigala. Nos ha presentado el tango haciendo un recuerdo muy especial para Goyeneche, amante de la noche y la mala vida (o buena) y debido a eso se fue quedando sin voz.
POR UNA CABEZA. Carlos Gardel fue el más grande pero Alfredo nos ha contado cuando lo conoció en un cabaret de Buenos Aires cuando acompañaba a un rico terreteniente que lo llevaba para amenizar la comida. Iba acompañado con el uruguayo José Razzano y oírlos cantar en el cabaret fue mágico.
LA ÚLTIMA CURDA. Recuerdo muy bien comprarme los siete discos de "EL CANTO DE LOS PUEBLOS ANDINOS" Siete discos muy bien grabado de Inti-Illimany, Quilapayún, Illapu y otros grupos. Me gustaba escuchar a los Quilas y esta canción, LA ÚLTIMA CURDA, se me quedó para siempre. Esta noche le han dado una dimensión especial porque la letra es muy profunda. Me ha encantado. La filosofía del tango me apasiona.
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