En este país llamado España hay un grave problema económico generado por bancos y políticos.
En este país y en mayo de 2010 un gobierno de izquierdas lo primero que pensó fue en recortar el sueldo a los funcionarios. Recuerdo que monté un vídeo en el que Hitler decía freeguenchen freeguenchen: que les den, que les den. Son unos vagos.
Dos años más tarde todo está igual o peor. Los recortes que hicieron a los funcionarios no sirvieron para nada porque el problema estaba en los bancos que habían reventado a la gallina de los huevos de oro en su afán de codicia y multiplicaban los préstamos y los créditos en su afán de ganar mil veces más.
La avaricia es mala. Pero esta avaricia de políticos corruptos y banqueros codiciosos es aún peor porque revienta en la cara del pobre. Del pobre que se compró una casa y la perdió. Del pobre que tenía un trabajo y lo perdió. Del pobre que se despierta de madrugada pensando que no puede darle un futuro a sus hijos. Del pobre que se deprime ante la falta de perspectiva y un cáncer se lo lleva en dos meses.
Esa es la realidad de este país.
El problema es que los que nos gobiernan no conocen esa realidad. Criados en colegios elitistas han vivido en una burbuja toda su vida. O cuando han llegado se la han hecho, que para el caso es lo mismo. Desconocen el sufrimiento del paro. Su papá les pagó una buena carrera y su papá influyó para entrar en la lista por Valencia o por Alicante, da igual.
Su egoísmo es tal que cuando se anuncian medidas de recortar aún más son capaces de aplaudir y dicen, aunque ya no lo creo, que ha dicho "quesejodan"
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