lunes, 5 de mayo de 2008

Parole, parole, ole con ole

La ministra de defensa me tiene bajo... de defensas. Cada vez que viaja y se pone firme me deprimo.
Después, en su casa, se mirará al espejo y se dirá a si misma" Ay, Carme, Carme, que lejos estaba tú de todo esto"
Pero lo peor son palabras que con aire profundo siembra en el aire guerrero: "generosidad" "gallardía""ardor de estómago, digo ardor guerrero" Y es que en el WC del avión, mirándose muy seria ante el espejo, debe decirse para sus adentros "Ay, Carme, Carme, cómo hemos cambiado"
Militares, ese cuerpo añejo que sigue oliendo a instrucción y jamón rancio. Que se nutre de compatriotas de otras patrias y estudiantes que encuentran amparo por no terminar la Eso. Y no acuden a la aventura, ni a la generosidad, son las vocaciones de la edad media ¿o se escribe boca//ciones?¿o tal vez bacaciones? No sé. Ni me importa, porque hay mucho de Calle sin salida en lo que la ministra llama Gen de la eroisidad.
Estupidez, Carme, estupidez. La metamorfosis la escribió Kafka pero la reescribiís todos los días.

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