domingo, 24 de noviembre de 2013

NUESTRO HERMOSO DEBER ES IMAGINAR QUE HAY UN LABERINTO Y UN HILO.

La lectura siempre me ha salvado de los peores momentos. Pero leer literatura, no historietas. En literatura es más importante el cómo que el qué, decía Sábato. Y aunque hice Magisterio por filología francesa y no Literatura, mi profesora de Literatura, LOLA, amaba la literatura y mi hizo amarla a mi. Descubrí a Galdós analizando con un fino bisturí La familia de León Roch, nada quedaba sin amarrar. Nos hacía ver la estructura perfecta que hay detrás de un libro, de una obra. Luego analizamos a Bécquer, el 98, la generación del 27, la novela actual. A mi se me daba bien.
Dos años después saqué las oposiciones y me dieron un destino tranquilo. Allí me llevé maletas de libros de literatura francesa, rusa y española. Devoraba libros. Tanto leí que ahora es difícil que un libro me sorprenda. En estos años solo he disfrutado con Benítez Reyes y con Vargas Llosa, especialmente del peruano del que me lo he leído todo.
Además Mario Vargas Llosa cuida sus libros desde la primera cita hasta el final. "Cada uno de nosotros puede ser, sucesivamente, no uno, sino muchos" es una cita que incluyó en EL SUEÑO DEL CELTA. Esta cita definía exactamente la necesidad que tenía de explicarme un poco como soy. Las personas podemos tener muchos perfiles, cuantos más mejor porque si nos metemos en diferentes formas de ser, mejor entenderemos todo. Intento no cabrearme con nadie poniéndome en su lugar. El paleto de turno, el flamenquito del día, la estadista o el viejo que llevamos dentro. Cada uno de nosotros puede ser, sucesivamente, no uno, sino muchos. ¡Qué gran frase de José Enrique Rodó! 
Hoy, que el dolor que llevo por dentro no me deja ponerme en la piel de nadie, me encuentro en la biblioteca el último libro de Mario Vargas Llosa y de golpe y porrazo me encuentro con la cita, del genial Jorge Luis Borges: "Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo" Toda la carga transcendental que lleva la muerte, todo el sin sentido con el que se te presenta la vida, se corrige, de alguna manera, leyendo que nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Es eso exactamente lo que hoy necesitaba.
En mi laberinto metafísico, la radio me hace un regalo y me vuelve a poner a Dani Martín recordárdome que bonita es la vida, él que sabe lo que es perder a un ser querido. La vida no tendría sentido siendo un mar en calma y por eso me gustan los versos que hablan de golpes: "A veces cuenta contigo a veces ni te mira."
"Que bonita la vida cuando baila su baile que se vuelve maldito cuando cambie de planes" "Y tan bonita es que a veces se despista""Que bonita la vida que regalo tan grande que luego te lo quita" En fin, muy apropiada para estos días terribles, ay del nombre que lleven, ay de cuántos se marchen ay de cuántos se queden. Mario, Dani, Silvio, Borges: GRACIAS.

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